Mi cara...mi cara comenzó a sudar,a pesar de la brisa sentía al maquillaje correrse aunque,no lo hiciera.
Mis labios se resecaron y mis piernas empezaron a temblar. La chica frente a mí aún reía con ambos brazos cruzados.
-¿A-asi que tú me enviaste ese paquete?- pregunté con nervios de punta.
Ella rió en un tono sarcástico.
-¿Estas nerviosa?.
*Sarcasmo*
«¡Nooo!,sólo me había enterado de que una psicópata me había enviado un gato de peluche degollado y ella estaba frente a mi,pero todo feliz cómo la lombriz :)»
-No,para nada- contesté firmemente.
-¡Ja!,si tu lo dices...-se volteó para alejarse,pero luego me echó otro vistazo-. Pero ten cuidado,vas a quebrar tus dedos si sigues retorciéndolos así.
Rió,pero eso no se iba a quedar así,cómo dijo una vez Dean: "O empato la conversación o la gano"
-Esto es estúpido y,acabó de una vez- dije intentando no golpearle la nariz.
-Oh,pero si sólo acaba de comenzar- mostró su malévola sonrisa desafiante.
-Como quieras- reí -pero si vamos a jugar este juego,lo haremos con MIS reglas- resalté,la miré seria mientras ella fruncía el ceño y, me marché.
Caminé hacía el café,mientras no paraba de pensar en...bueno en esa tal "Sam",la que por cierto,no había contestado a mi pregunta ¿ella mando el paquete?,pero entonces...¿por qué se delataría ella misma?,eso quería decir que...¿habia sido Renee entonces?
Mi cabeza estaba demasiado confundida. Hasta que me percaté de que estaba frente al pequeño café.
Abrí la puerta temblorosa de que,tal vez Dean no llegase,o me dijera que sólo era una celebración,que jamás habría nada entre nosotros,o aún peor...,¿Que tal si me decía que no quería verme nunca más?
Estás exagerando.
Shhh,callate consciencia.
La que debería callarse y animarse a terminar de entrar,eres tú...
Bueno...,no iba a discutir eso y menos con mi propia mente. Así que entré.
Me fijé por cada rincón,pero no divisé al idiota de Ambrose por ningún lado,ya comenzaba a despcionarme,todo había sido en vano.
Estaba a punto de marcharme con lágrimas en los ojos,pero sentí un par de manos tapar mis ojos.
-¿Quien soy?- preguntó.
Mi corazón latió demasiado fuerte para expresarlo en palabras. Sonreí de oreja a oreja.
-Tal vez...el único chico que se pondría mas perfume del necesario para salir con una chica a un café- bromeé.
Él soltó una sonora carcajada y me destapó los ojos,me volteé para verlo y...se veía más masculino que nunca,llevaba una camisa de botones de un color gris oscuro,unos jeans negros y habitual,cabello desordenado,pero lo que más llamó mi atención,fue el ramo de flores que traía con él.
-Son para ti- me las extendió.
-Ow,gracias Ambros...- no terminé,cuando mis labios ya estaban junto a los suyos- ¡Oye!.
Me quejé sonriente.
-Te dije que la "Brose" era perventida- me guiñó.
Nos sentamos en una mesa cercana a una pared con cuadros muy lindo y originales,por un momento pensé en contarle a Dean lo de gato y quién había sido,pero mejor esperaba un tiempo...antes de arruinar esto.
