Narra Dean
Giré la mirada para asegurarme de que ningún auto se acercara, el semáforo anunciaba que podía cruzar la calle, así que me dispuse a caminar tranquilamente mientras removía mis manos dentro de los pequeños bolsillos que se encontraban a los costados de mi chaqueta.
El hecho de encontrarme con Renee, me daba cierta inseguridad, sin embargo, una parte de mi quería confiar en ella, pues no siempre había tenido esa reputación de "chica mala", además ¿una vez salí con ella, no? Quiere decir que en su momento, no sólo me fije en su físico, si no también en alguna cualidad en su actitud; Renee es divertida, y muy astuta, pero definitivamene está loca.
Sacudí todas esas cosas que pasaban por mi cabeza y levanté la mirada para fijarme en el cartel enorme que indicaba que ya me encontraba en el sitio que había quedado con la rubia.
Empujé la puerta y busqué con la mirada a la chica, hasta que la divisé sentada en una mesa para dos, situada junto a una esquina, ella tenía la mirada en la ventana junto a la mesa, noté que la vista daba al parque de la esquina, sin más, respiré profundo y me acerqué.
—¿Puedo?
Dije causando que ella posara su mirada en mí.
Santa María, cuidame.
—¡Jon!— Dijo con tono entusiasta, mientras sonreía— No creí que vinieras...
—¿Así que no crees en mi?— Reí un poco mientras tomaba asiento.
La rubia se acomodó en su silla, noté cierto nerviosismo en ella y se me hizo un tanto extraño.
—Eso no fue exactamente lo que quise decir, lo siento.
¿Lo siento? ¿Ella dijo "lo siento"?
Dios, sé que siempre te cuestioné, pero aleja toda brujería de mi lado, te juro que armaré una campaña religiosa, cuidaré los bosques, voy a reciclar, bajare mi hermosura...,oh, no puedo con lo último, pero haré lo demás, Amén.
—¿Jonathan?— Escuché que me hablaba, y supe que yo había caído en un estado total de sorpresa.— ¿Estás bien?
—Sí, eh...,no te preocupes—Intenté sonar tranquilo— ¿Sobre qué querías hablar?
Renee cruzó sus dedos sobre la mesa, a la misma vez que relamía sus labios para mirarme detenidamente, como si tuviese que analizarme antes de decir cualquier cosa.
—¿Y bien?
Dije con cierta impaciencia.
—Eschucha, Jon, te dije que quería hablarte, para aclarar las cosas, sé que somos amigos, pero, también sé que aun no confías del todo en mí y me hace sentir un poco..., mal ¿sabes? — Bajó la mirada por un segundo, antes de continuar— Las cosas que he hecho están mal, y juro que he querido remediarlas, a veces no puedo dormir de noche, me atormento a mi misma, necesito que me perdones, por favor...
No sabía que decir, mi cabeza tenía voces que me daban órdenes de no creerle, sin embargo, en la mayoria de los casos, esas voces se equivocaban.
—Renee...
—Espera— me interrumpió— Antes de que digas cualquier cosa, ¿recuerdas a Sam?
Fruncí el ceño.
—¿La chica que siempre estaba a tu lado?
—¡Ella!— Se exaltó— Ella, es la culpable de casi todo, admito que al principio seguía mis órdenes,pero podría jurar que cuando supo que yo quería cambiar, siguió con su plan para hacerte quedar mal siempre ante Rebecca, eso es totalmente cierto.
