Parte 6

10 3 0
                                    

Despierto cuando la luz de la mañana se refleja en mi rostro.

-Vaya, al fin despertaste- dice en tono burlón Helap- creí que moriste

Helap es justo como me lo imagine cuando Adrastos me dijo que me llevaría sin hacer preguntas, es un hombre alto de tez morena, pequeños ojos color marrón, si no fuera por el amigable tono de voz que usa al hablar habría saltado del coche el primer día de viaje.

Han sido tres días de un largo camino de una semana hasta la capital, en ese corto tiempo he visto más mundo que en los dieciocho años de mi vida, he visto pueblos y ciudades espectaculares e incluso nos quedamos en Balkh, metrópoli del arte según sus lugareños, los vivos colores de las casas y los artistas en cada esquina me dieron una visión muy clara de la razón para llamar así a la ciudad. Aunque la mayor parte del camino nos mantenga alejados de las ciudades más grandes los largos tramos sin nadie a la vista son más amenos gracias a las historias y bromas de Helap

-Tu almuerzo esta justo ahí-señala una cazuela de madera sin dejar de ver el camino delante de el

-Como que almuerzo-le digo desconcertado

-Sí, almuerzo, ya te lo dije, dormiste demasiado

-Hubiera dormido mas pero el reflejo del sol en tu calva cabeza es demasiado como para no despertarse-bromeo atiborrándome de lo que parecen ser lentejas

Sin duda ahora que ya no soy esclavo me siento mucho mejor pero tengo tantas cosas en que pensar, en los rebeldes y su objetivo conmigo, pero hasta que llegue a Betis no me voy a preocupar de esa clase de cosas, por el momento solo voy a dejarme llevar por el ajetreo de mi transporte sobre el camino.

Ya es el quinto día de viaje y hasta ahora no hemos tenido inconveniente alguno con aduanas o bandidos de carretera.

Hoy hemos parado en Varanasi, un pequeño pueblo sin nada destacable excepto por la posada en la que pasaremos la noche.

Helap me ha dicho que se tomara la tarde para reabastecer provisiones y charlar con unos cuantos amigos, yo tomare una pequeña siesta, la cama es demasiado suave como para resistirme a tomar una. Me pierdo en el laberinto de mi mente y dejo que el sueño me alcance

3"

Hilos DoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora