Ella era hermosa, recuerdo cuando la hice mía... Estábamos en la iglesia, yo llegué por el funeral de un socio de la empresa y ella fue a orar al santísimo, estaba con una falda beige y una camisa verde limón, llevaba unas sandalias y tenía el cabello atado en una coleta alta dejando caer en su espalda como rio de gran caudal, su castaño color. Dicen que el diablo está en todos lados y una vez que nuestros ojos hicieron contacto, supe que esa mujer tenía que estar en mi cama y no me importaba la iglesia, ni el muerto yo solo la quería a ella. Se quedó toda la ceremonia y eso me dejaba dicho que podía tenerla luego. Soy un hombre ambicioso, y siempre consigo lo que quiero.