Capítulo 3

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Abriendo puertas. Esa es la última frase que escuché al bajarme del transporte subterráneo, o metro para los amigos. A estas horas, la estación que daba a la terminal de carga del puerto estaba más vacía que de costumbre. La única actividad eran un par de policías con sus monos azules y negros, y como no, sus cascos. Realmente, más que hacer la guardia estaban charlando sobre quedar al acabar el turno. No les culpo, este sitio estaba muerto.
Una vez salí de la estación, di a parar a una ancha carretera. En mi lado había unos modernos edificios (como todos los de la ciudad, por algo la llaman "Nova" Crisálida y no Crisálida a secas) de unos cinco pisos con vistas al puerto de contenedores y a las impresionantes grúas de carga. Delante tenían unos jardines muy cuidados. Se nota que eran para compensar las vistas.
Tras cruzar por el paso subterráneo más cercano al otro lado de la carretera, comencé a caminar paralelo a la verja que separaba el puerto de la zona transitable para las personas.
Llegué a una enorme puerta con un cartel: "Dársena 2, entrada de vehículos de carga".
Pasé de largo, y poco a poco fui pasando puertas hasta que llegué a mi querida dársena 7. Al lado de la puerta antes mencionada, había una más pequeña para el personal, pero a diferencia de las demás, esta era de seguridad, y no podía ser forzada tan facilmente. Decidí retroceder hasta la puerta anterior e intentar abrirme paso a la siguiente dársena desde dentro.
Mientras me dirigía a la puerta, vi pasar a la primera persona que iba por mi lado desde que llegué (un grupo de chavales había pasado minutos antes entrando en uno de los edificios). Esta llevaba la cabeza tapada por un casco como los de la policía, pero de otro color. Cuando llegó a mi altura y nos cruzamos, no pude evitar girarme para verle otra vez. Era una persona peculiar. Supuse que sería algún tipo de integrante de una banda, y seguí mi camino. No quería problemas.
Una vez llegué la la puerta de servicio de la dársena 6, tuve suerte de que la gente confiase en que nadie quería entrar en un puerto tan aburrido. Estaba abierta.
Me escabullí hacia dentro, entre las sombras de la noche, y sin que nadie advirtiese mi presencia.

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⏰ Última actualización: May 10, 2016 ⏰

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