Anne

1.Manchas de amor

Mi corazón latía con mas fuerza desde que se fue ese chico, se podía hasta oír las pulsaciones.

-¿Que te pasa Anne?- Preguntó Elena, mi mejor amiga que se sienta a mi lado en clase.

- Vengo acalorada, ¿Que quieres de mi?- dije sonriendo, intentando evitar que no se me notasen los nervios que brotaban de mi interior.

Elena es alta, o lo es para mí. Tiene el pelo largo hasta los hombros, rizado y marrón.
Tiene los ojos casi negros y pequeñas pecas esparcidas por su nariz y pómulos.

Por cierto, yo soy bajita, viene de familia. Tengo el pelo corto y marrón clarito, como avellana. Los ojos es una mezcla de marron y verde.

El resto de la mañana no deje de pensar en aquel enigma que aquel chico de ojos color césped había dejado en mi. Era fascinante. No pude volver a verle otra vez hasta el final de las clases.
Tocó el timbre que anunció nuestra libertad diaria, yo tenia que recoger unos papeles de mi aula de física que me había olvidado y me tuve que quedar un rato más. Fui allí y cuando llegué le vi.

Él es bajito, aunque me saca casi una cabeza, y aunque no sepa mucho de altura, se que debería medir más, al igual que yo. Tiene el pelo corto y negro, ondulado. Es delgado pero musculoso. Y sus ojos... Ay, sus ojos. Que lindo contraste que llamaba tanto la atención.

- ¿Cómo te llamas? -apenas me di cuenta de lo que estaba diciendo, él ni me había visto entrar y además no le había visto nunca a pesar de que llevo cuatro años en el instituto.

Él se dio la vuelta y me miró sorprendido.

- Ah, la chica que llegó tarde... -dijo mirándome de arriba a abajo.- Me llamo Héctor.

- Yo soy Anne -dije sin esperar su pregunta.

Héctor se acercó a mi despacio y me dijo, delante mío:

- Encantado, Anne, ya nos veremos.

Y se marchó, no sin haber rozado mi brazo con intención, y dejando manchas de amor en mi pobre ridículo ser.