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Sagitario me llamó. Yo no contesté, aunque ya me había hecho una idea de lo que me iba a decir. "¿Por qué hoy no viniste? ¿Vendrás mañana?". No, la respuesta a esa última pregunta era no. Debo admitir que ganas de ir a visitarlo no me faltaban, solo que me sentía rara cuando estaba con él.

No me sentía cómoda, mi cabeza estaba hecha un lío así que salí a caminar por ahí. Encendí un cigarrillo para relajarme un poco. Lo fumé. No me sentí más relajada, me fumé otro. Y así seguí hasta que los seis cigarrillos que me quedaban desaparecieron. Admito que extrañaba algo a Sagitario, no lo se, ni siquiera éramos cercanos. Solo que hay algo en su presencia que me hace sentir bien, me gusta estar con él pero cuando estoy con él yo me confundo. Mucho. Y eso no es de mi agrado.

Acuario [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora