La cena fue agradable, los padres de Oliver dijeron que a él le encantaba cantar por todo la casa, que tenía una buena voz. Necesito escucharlo cantar... Ian y Carol se retiraron, dijeron que irían al teatro o al cine -
Oliver: ¿Quieres ir al jardín? - Dijo mientras retiraba los platos de la mesa. Me levanté y le ayudé. Ordené la mesa, llevé algunos trastos al fregadero. Oliver me miró y sonrió -
Tu: Me gustaría ir - Abrí el grifo, lavaría los platos. Oliver se sentó en la isla de la cocina mientras me observaba -
Oliver: Creo que estoy preparado - No podía ver su expresión, ni él la mía. Fruncí el ceño, no sé de que esta hablando exactamente -
Tu: ¿Ah, sí? - Actuaré como si supiese. Lo miré, tenía su vista clavada en sus manos mientras sus dedos se movían, su cabello cubriendo sus ojos, su cabello esta largo, debería hacerse un corte. Sus tatuajes hacían un lindo juego con su tono de piel. Me enamoré de nuevo -
Oliver: Deja los platos - Volví mi vista al trabajo, no podía dejarlos sucios. Escuchaba como sus pies golpeaban la pequeña pared de granito -
Tu: Ya casi termino - Sólo faltaban dos. Lo miré de nuevo, me sonrió tiernamente, le devolví el gesto. Volví mi vista al fregadero, terminé de lavarlos y cerré el grifo. Sequé mis manos y me di la vuelta. Lo miré. Tenía su mirada puesta en mí -
Oliver: ¿Acabaste? - Asentí, me acerqué a él. Me rodeó con sus piernas y quedamos a escasos centímetros. Olía tan bien, sonreí al inhalar todo su aroma. Sus manos tomaron las mías. Lo miré a los ojos -
Tu: Quiero ir a tu jardín - Sonrió de lado, se acercó a mis labios y los juntó. Nuestros labios se movían lento y sincronizado. Sonreí a medio beso. Nos separamos -
Oliver: Entonces ven - Lo miré a los ojos, me apartó un poco y bajo de la isla. Su cabello se movió de igual manera, sonreí -
Tu: Espera - Lo tomé de los hombros, él sonrió. Pase mis manos por su cabello, enredaba mis dedos es su suave cabellera - Me encanta tu cabello nene - Sonrió tiernamente y bajó la mirada. Con una mano saqué mi móvil y le tomé una foto. Es tan lindo -
Oliver: ¿Ya? - Subió la mirada. Miré sus hermosos ojos y asentí. Tomó mi mano. Me guió hasta su jardín. Su jardín estaba muy cuidado, tenía muchas flores -
Tu: Lindo jardín - Me dirigí a los rosales, habían rojas y blancas. Lo miré y sonreí -
Oliver: Mi mamá es fan de la flora - Reí por lo bajo. Me acerqué a los claveles que estaban junto a los tulipanes - Ven aquí, deja de ver las flores - Tomó suavemente mi muñeca y me acercó lento hacia él. Lo miré y lo rodee por el cuello, sus respiración golpeaba mi rostro y se mezclaba con la mía, entre cerró sus ojos y una sonrisa empezaba a dibujarse en si rostro. No creí que este chico estuviese aquí conmigo, bajo las estrellas, rodeados de flores de toda especie, mirándonos a los ojos sin decir nada, pero sintiéndolo todo. -
Tú: Te miras perfecto bajo la luz de la luna - Yo sé que él ama que le diga cosas lindas, siempre se sonroja y baja la mirada. Acerqué mis labios a su mejilla y la besé con dulzura, bajé unos milímetros hasta llegar a la comisura de sus labios, levantó su rostro y unió sus labios con los míos, cerré mis ojos, siento que sus labios son perfectos y que encajan muy bien en los míos, las mariposas nunca faltan, es jodidamente perfecto. Al separarnos del beso no miramos a los ojos y sonreímos. -
Oliver: Siéntate - Me senté como él me lo ordenó. Lo miré esperando una respuesta, él solo sonreía - Espera - Hizo un gesto con sus manos y corrió dentro de su casa ¿qué trama?. Salió con una guitarra - va a cantar - sonreí, espero lo haga - Tú querías escucharme cantar. Entonces te cantaré - Sonreí ampliamente, se sentó frente a mí, me acomodé para verlo mejor. Me miró a los ojos y suspiró - No te burles- Negué. Estaba nervioso, se ve lindo cuando esta nervioso. Comenzó a hacer un par de rasgueos en la guitarra y su voz salió. Era meliflua, angelical, clásica. Miraba como sus labios pronunciaban cada palabra, sus labios tan suaves. Volví a concentrarme en su voz, mierda es tan perfecta. Me miró y sonrió, dejó de cantar, se tapó el rostro, y se escondió entre sus piernas, me hizo sonreír. Lo abracé y le transmití aprobación y ternura.-
Tú: Amo tu voz - Dije aún con mi brillo en los ojos y fascinada por su acto. Él sólo se reclinó sobre mi regazo, quité sus manos y tenía un tierno rubor en sus mejillas, sonreí y bajé hasta su rostro, besé su nariz.- Es perfecta - Besé sus labios rápidamente, para volver a besarlos con la misma velocidad y hacer que levantara sus labios y se quejara.-
Oliver: Basta, bésame ya - Dijo como un niñito, reí y uní nuestros labios, entrelazó sus dedos con los míos, "momento perfecto, chico perfecto".