Capítulo 1

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-Ehh.- mi voz tiembla.-¿Hola?

-Buenas tardes.- contesta el chico.- ¿Podrías venir con nosotros un momento?

-¿Os conozco?- pregunto miedosa, o son de mi edad o un poco mayores pero no me quiero meter en ningún sitio.

-Sí y no.- el chico sonríe.- No haremos nada malo confía en nosotros.

-No os conozco.- digo levantandome.

-Que cabezota es esta chica.- responde la otra persona, al parecer una chica.-¿Puedes venir o no?- la miro un momento y me voy.- ¡Qué vengas!- me coge la mano y siento que me abrasa.

-Tranquila Ariel.- quita la mano de la chica que estaba encima mía.- Verás.- se dirige a mí.- Lo que dijo el chico es cierto.

-¿Lo de volar?- asiente.- ¿Enserio?

-Es una larga historia.- la chica se va y hace una llamada.- Necesitamos que vengas con nosotros.

-No entiendo por qué y para qué.- me pongo muy nerviosa.- No he hecho nada...- el sonido de mi móvil interrumpe la conversación.- Perdona.- me hace una seña para que lo coja, miro la pantalla y es mi madre.- ¿Sí?

-Estela.- dice ella tranquila por la otra línea.- Confía y ve con ellos, los conozco no harán nada.

-Pero mamá...

-No me contradigas.- casi grita.- Ya lo entenderás todo después.- Soy tu madre y no te dejaría que fueses con cualquiera.

-Está bien.- mi voz es dura.-Chao

-¿Y bien?- pregunta reprimida la chica.- ¿Ya mami te ha dejado permiso?

-Calla ya.- contesta el chico haciendo un signo de resignación.- Ven es por aquí.

Les sigo un poco dudosa, manteniendo las distancias, a pesar de que el chico quiere ir a mi lado todo el rato y la chica va delante seriamente.

Después de bajar del coche en él que me montaron y haber mordido mis uñas dejándolas horribles, entramos en una especie de fábrica abandonada.

Miles de pensamientos recorren mi mente. "Te quieren violar", " la chica tiene pinta de querer torturarte". Intento quitarlos pero no los olvido por si acaso. Pienso en muchos métodos para salir huyendo si empiezan a hacer algo.

Los dos se detienen y ella abre una puerta, entramos a la vieja fábrica y mientras miro como es, ellos se detienen al lado de unas pequeñas escaleras, introducen una llave y una de las paredes se mueve dejando ver su interior, un pasadizo blanco, iluminado pero sin ventanas, avanzamos por el interior y el chico introduce una serie de códigos para que otra puerta se abriera. Al abrirse bajamos unas escaleras que nos llevan a una gran sala, que se dividía en muchismas habitaciones, pero en la sala muchas personas charlaban y jugaban, más o menos eran de nuestra edad.

-¿Qué es esto?- pregunto pensando que puede ser una sorpresa de mis padres.

-Ven por aquí.- me guía el chico.- Luego te veo Ariel.

Ella asiente y se marcha.

Llegamos como a una recepción y allí el chico habla con la recepcionista.

-Quisiera hablar con la señorita Rose.

-Sus datos por favor.- pide la recepcionista.

-¡Pero quién tenemos aquí!- dice un hombre alto y rubio vestido con una bata blanca.- ¿Qué quieres Bruce?- pregunta con una sonrisa.- Anne déjale pasar yo le conozco.

-Buenos días tío.- dice chocandosela.- Ella es Estela.- me quedo confusa al pensar que sabe mi nombre

-Ella es...- Bruce asiente.- Bienvenida Estela, soy Juan el tío de Bruce. Supongo que querréis ver a Rose.- el chico a mi lado asiente.- Ven venid por aquí.

Después de una espera de unos cinco minutos entramos a una habitación en la que nos esperaba una mujer morena sonriente.

-Bienvenidos.- nos dice ella cuando entramos.- ¿Tú debes de ser Estela no?

Asiento.- Bien, pues Bruce podrías dejarnos a solas.- el chico se despide y se va.- Por favor siéntate.- me indica con la mano un pequeño sofá negro.- ¿Sabes por qué estás aquí?

-No.- contesto rápidamente, ella me mira sin expresión alguna.- Yo... Estaba tumbada en la hierba y ellos llegaron y me hicieron que fuera con ellos.

-Interesante.- me mira seriamente.- Antes de poder explicarte nada necesito que hagas unas serie de pruebas.- mi mirada se abre de terror.- Tranquila no son peligrosas, y la verdad que bastante sencillas.- acepto con un sí.- La primera prueba será una pregunta, ¿Alguna vez notaste algo raro en ti?

Pues... -Pienso razonadamente.- Hoy me han dicho que puedo volar, se que es una tontería pero había algo raro, desee que hubiera una brisa cálida y al momento la hubo.- me concentro más en recordar algo más.- De pequeña...No se si es un sueño, pero creía que podía controlar el aire.- ella asiente.

- Muy bien.- toma una pausa levantándose y colocando unas cosas.- Necesito que mires este punto, concéntrate en él. Mientras yo tomaré una serie de códigos.

La prueba empieza y yo solo me concentro en eso, a pesar de las dudas que tengo sobre por qué estoy aquí.

-¿Podrías bajarte la manga del hombro izquierdo?- me la bajo y ella asiente.- Vaya... Entonces eres tú.

-¿Qué soy yo qué?- pregunto nerviosa.

-Tranquila.- me pone una mano en el brazo apretandome.- ¿Ves esa marca en tu hombro?- Asiento al ver mi pequeña cicatriz.- Oh no, no es una cicatriz.- dice leyéndome el pensamiento.- Es algo que no todo el mundo tiene. Ahora mismo te lo explicaré, necesito que me escuches antes de que me empieces a preguntar.- toma una pausa.- Se que no te lo creerás pero hazme caso, las pruebas empezarán a encajar.

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