La ruptura.

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Ese día después la escuela Isabel y yo decidimos ir a su casa a cambiarnos para ir en la tarde al cine, mi mama no me daba hora siempre que salía con ella porque su mama me llevaba a mi casa, y como era de costumbre me puse una falda floreada con una blusa sencilla y unos bonitos zapatos, Isabel a diferencia de a mi le gustaba más vestir pantalones con blusas pegadas, pero eso mostraba más su figura.

Cuando estuvimos listas su mama nos llevo a la plaza y nos dijo a la hora que nos recogería, ya en la plaza nos sentamos en un lugar apartado donde se veía donde entraban las personas y también se veían las escaleras, así que si Cesar llegaba o estaba en la plaza, lo veríamos.

Entre más minutos pasaban, estaba más ansiosa, no podía dejar de pensar en que no sabría como reaccionar si lo veía con otra, me estaba empezando a desesperar y mis nervios estaban al borde.

Después de cuarenta minutos esperando a que llegara, supusimos que no había ido, entonces decidimos entrar a ver una película, así que compramos las entradas y unas palomitas para las dos, pero cuando nos dimos la vuelta para entrar a la sala, lo vimos, estaba con ella comprando los boletos, pero no estaban haciendo nada más, hasta que empezaron a caminar, ahí se agarraron la mano, después de eso sentí que todo paso en cámara lenta, ella volteo a verlo con una sonrisa en su rostro, el hizo lo mismo y de repente comenzó a acercarse a ella, la tomo del rostro y la beso, sentí de pronto que el contenedor de las palomitas resbalo de mis manos, me quede solo viéndolos, y ahí fue como sentí que Isabel comenzó a apretar mi mano y reaccione "vienen para acá" me dijo, fue entonces que me voltee, pero después cambie de opinión y camine hacia ellos, "a dónde vas" fue lo que escuche que me decía Isabel, pero ya no le hice caso, estaba decidida a lo que iba a hacer.

-Hola Cesar- Dije con una sonrisa fingida, saludándolo con un beso en la mejilla.- Hola, no te conozco, eres amiga de Cesar?- El se sorprendió por mi repentina llegada, pero ella no le dio oportunidad de hablar.

-Hola- Sonrió amable- No, soy su novia.

-Oh! Wow! Qué raro que no te haya mencionado, el y yo somos muy amigos, de hecho vamos en el mismo salón, seguro olvido comentarlo.- Ella solo sonreía, se notaba que no tenía idea de quién era yo, en cambio el tenia una mirada de pánico, no sabía qué hacer.

-Es que solamente llevamos dos meses, todavía no lo queremos hacer público- Se veía realmente feliz y emocionada.

-Pues, suerte en su relación, mi última relación acaba de terminar, pero espero que ustedes tengan mejor suerte que yo- Al decir eso, lo mire a él y vi un cambio en su expresión, no entendía porque pero era de sorpresa- Bueno, yo me voy, espero que disfruten de la película.- Antes de que dijeran otra cosa me voltee y camine hacia Isabel que me esperaba impaciente.

-Que paso?- Quiso saber.

-Puedes llamar a tu mama para que nos recoja?- Le dije desanimada. -En tu casa te explico si?

-Está bien, espérame tantito que ahora le marco- Me sonrió mientras se alejaba para marcar el numero.

Yo no sabía cómo reaccionar, me sentía traicionada, fuera de ser mi novio un día fue mi mejor amigo, y me había apoyado en muchas cosas, y por esa razón yo suponía que respetaba nuestra relación, seguía pensando en todo lo que habíamos pasado, de pronto sentí que tocaban mi hombro, regrese a ver y lo vi, Cesar estaba parado enfrente de mí.

-Que quieres?-Le dije con un nudo en la garganta, su actitud me desconcertaba, que era lo que pretendía.

-Rosse, hay que hablar, no podemos dejar las cosas así, no dejemos esta relación así.-No podía creer que tan cínico era, por su culpa esta relación se acababa, yo había puesto de mi parte para que lo nuestro funcionara, y él era el que me había lastimado, hace dos meses que me engañaba, ni siquiera era reciente, y tenía el cinismo de decirme "que no podíamos dejar las cosas así".

Amor no esperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora