Amor prohibido entre Draco y una chica de Griffyndor

Capitulo 9

Le mire con la mirada mas gelida que tenia, cosa que provoco un ecalofrio en todos los presentes.

-Soy su nieta, y soy la heredera de la magia oscura por su parte y de la blanca por parte de Dumbledore, yo de ti me callaria.

- Pero tu eras diferente....- comenzo a ddcir Hermione.

- Ahi esta la cuestion, que yo no me dejo llevar por sus canones, mas bien me gui por los mios, y en estos momentos tengo muy claros cuales son.

- Querida

- Dime abuelo

-Tu mejor que nadie sabes como funciona el...

- Si... Y no va a atacar el castillo, estara en el jardin, o entraran por el comedor, me pondre el traje que...

- Candy... ¿ Estas segura ?

- Si, no quiero que nadie ataque a nadie, ellos no saben que lo sabemos, el cree tu todavia no sabes quien soy, y aprovecharemos ese factor sorpresa. - dije sonriendo para mi misma.

Era consciente del peligro que podria significar aquello, pero si habia algo que habia aprendido era que no iba a arriesgar la vida de nadie y que yo sabia luchar.

------------------------------------------------------------

Era un sabado por la mañana y hoy era el dia, me puse aquel vestido negro con mucho vuelo hasta la rodilla, llevaba un escote cuadrado que pronunciaba mucho mis senos y las mangas hasta el codo, las medias negras semitransparentes y unos tacones negros como abotinados.

Mi varita escondida en la manga y varias dagas y cuchillos entre las piernas, ya que una nunca sabia lo que podia pasar.

Llegue un poco tarde al comedor cuando me encontre con un espectaculo.

Habia un mago que tenia a una chica cogida por el cuello y con la varita apuntandole, Greyback estaba a punto de morder a varios alumnos y Bellatrix se reia mientras gritaba.

- ¿ Que ha pasado Dumbledore ? ¿ El hechizo no os permite moveros ?

La loca de Bellatrix les habia lanzado un petrificus totalus a todos los profesores.

Y una sonrisa paralizadora se formo en mi cara, cogi una daga y se la lance a aquel mago que le dio justo en el pecho pues se habia girado al oir el ruido de mis tacones.

Bellatrix y Greyback se giraron mirandome con los ojos abiertos, los alumnos que antes estaba atormentado por Greyback consiguieron huir junto a los otros, mire como muchos de los alumnos estaban petrificado como el trio de oro que los miraba con horror.

- Voldemort se va a poner muy contento cuando te llevemos

- Callate Bella, ¿ Quien os ha dado permiso para entrar en el colegio ?

- Como te atreves a...

- CALLATE Y CONTESTAME

- Voldemort dijo que te buscaramos y...

- Largaos - antes de que pudiera contestar otra cosa grite: - AHORA

Y de alli se fueron no sin antes decir un "Si mi señora" y hacer una referencia.

Movi la mano y todos los profesores dejaron de tener el encantamiento, me acerque al mago y le toque el cuello, no tenia pulso, le saque la daga y la limpie con una servilleta que cogi y me la volvi a guardar.

- ¡Traidora!

Me gire y con mi mirada mas fria recorri toda la estancia hasta que encontre a una chica de Griffyndor rubia, Lavender, me acerque lentamente sin mover un solo gesto de mi cara.

- ¿Traidora? ¿ En serio ? Espero que no te moleste que te diga que si no tienes ni idea que te calles la puta boca, que yo no soy ninguna traidora, y que si hubiera sido una traidora me habria dado igual que Pavarti hubiera muerto. Asi que callate la puta boca la proxima vez y piensa antes de hablar niñata engreida.

Me gire de cara a los profesores y les dije:

- Voldemort no entrara en el castillo, me quiere a mi, abuelo dame tu mano.

Dumbledore bajo y saco una daga con la cual se corto y me la tendio, yo hice lo mismo y juntamos nuestras manos, y comence a pronunciar:

« Con esta sangre que acabo de derramar,

El Castillo potegido quedara,

Si alguien del mal se intenta pasar,

La muerte en este instante le llegara»

Que asi sea- respondio el.

-El castillo entero esta ya peotegido, no salgais de sus muralla, y ahora yo me voy.

Fui a salir por la puerta cuando una mano me detubo.

-Ten cuidado- me dijo Draco.

Y ahi en ese momento me demostro que le importaba, que para el yo no era una cualquiera, puede que no fuera gran cosa pero se preocuoaba por mi como no lo habia hecho nadie.

- No te preocupes, lo tendre

Y poniendome de puntillas le di un beso en la mejilla y sali rumbo a el.