Capitulo 1

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Me mire al espejo y vi cómo me sangra sin cesar el labio, como tenía los ojos rojos de tanto llorar, la garganta rasgada de tanto gritan, los nudillos blancos de tanto apretarlos por la rabia y la impotencia...

No era la primera vez... Ya no podía seguir así, pero yo sola no podia enfrentarme. Y no pensaba meter a nadie en mis problemas.

Desde muy pequeña he sido muy testaruda, siempre me salía con la mía,yo sola, sin la ayuda de nadie, ni  en los buenos, ni en los malos momentos, solo estaba yo.
Ya que no tenía a nadie más que a mí misma...

He aprendido a crecer a base de caídas, nunca me he rendido, pero... Esto ya se estaba pasando de la raya...

Necesitaba ayuda pero no tenía a nadie, por una sola vez que necesitaba a alguien que me pusiera su hombro para llorar, que me escuchará en silencio... Pero, no tenía a nadie.

Me lave la cara para quitar los restos de sangre que me quedaban por la cara, me estiré las mangas para q no se me vieran los nudillos y me puse la capucha para evitar las expresiones de sorpresa, asombro e ignorancia de la gente del instituto, pero, a estas alturas ya deben de saber todos lo que me pasa...

Y sin apartar la mirada del suelo me fui caminando rápidamente a casa para evitar encontarme con algún compañero curioso y tan rápido llegue a casa me metí en mi habitación, para evitar las típicas preguntas que mi tía me hace cuando vuelvo del instituto.

Ya llevo así casi un mes, al principio eran simples insultos que para mí no tenían ninguna importancia, luego se convirtieron en empujones y pequeños golpes de los que yo no hacía caso pero luego, llego un día en el que los empujones me llevaron al baño donde los insultos, golpes y empujones de las últimas semanas me hundieron de tal manera que me hizo pensar que yo no era nadie, por eso mismo llegue a pensar que yo no valía nada, llegue hasta un punto de querer suicidarme, pero no encontré el valor.

En estos momentos echaba de menos a mi madre, cuando nos sentábamos en la cocina y le contaba mis problemas, con ella lo que mas me preocupaba se convertía en una cosa insignificante a la que enseguida dábamos con la solución. Por no hablar de mi padre con sus bromas que hacían que me sacara una amplia sonrisa y viera el mundo de otro color... No es que no confiara en mi tía, le contaba algunos de mis problemas pero no era lo mismo.
Ahora mis padres estan a miles de kilómetros de mí desde hace más de seis años, todo por culpa del trabajo, con la excusa de que querían que no me faltara nada, pero ellos no se daba cuenta de que en estos momentos lo único que me falta y que de verdad necesito es a ellos.

Así es mi vida,un día lo llevo mejor que otros, un día reaccionas con una gran rabia en tu interior, otro me pasó el día tumbada en la cama llorando hasta que ya ni me quedan más lagrimas...

Así es mi vida, cada día es un capítulo nuevo... Pero pienso acabar esta historia...

Yo no soy nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora