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-Quedate conmigo.- Decia.

Todo estaba oscuro, solo estabamos nosotros.

-¿Que eres?- no sentia nada, esa figura se acercaba a mi y se hacia mas clara.

Era un hombre, intente correr pero no podia, tenia miedo aunque sabia que no era real.

Se acerco lo suficiente para sentir su respiracion, era fria y pude notar que detras de el habia una gran sombra que parecia una ala, puso su mano sobre mi mejilla y se acerco, crei que me besaria pero de la nada se alejo hasta donde estaba antes.

-¡Regresa!- Desaparecio y un humo negro empezaba a hacerse mas grande.

Esta vez si podia moverme asi que corri todo lo que pude pero aquel humo me alcanzó.

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Estaba de regreso en el hospital, habia sido un sueño y lo sabia pero habia algo más.

El doctor estaba con una mirada paranoica sobre mi, intentaba comprender lo que sucedia.

-Casi...casi te perdemos.- Me dijo y salio de la habitacion, me quede mirando al techo cuando me di cuenta que no podia mover mis piernas.

Trate de mantenerme calmada parano volver a entrar en crisis.

Una enfermera entro a la habitacion, debio haber sido por los ruidls que hice tratando de mover mis piernas.

-Tranquila niña.- Revisó una planilla que tenia frente a la cama y su cara no hizo más que desalentarme.

-Por lo que estoy viendo aqui en el acci...en lo que pasó tuviste fractura en ambas piernas, pero tranquila entraras a terapia cuando te den de alta.- Dijo tratando de darme animos.

Traté de enfocar mi mente en alguna otra cosa, pense en evan.

Y como por arte de magia el entro en por la puerta cojeando con una camiseta de mangas largas y una sudadera gris.

-Hola Narciso.- Le digo narciso por el personaje de la mitologia griega, solo que este si se queda con la chica de hecho se queda con todas.

-Hola...- Era evidente el tono de tristeza, recordarlo me hizo entristeces.

Se las arreglo para tratar de acostarse junto a mi.

- Tengo miedo...no quiero perderla a ella tampoco.- Dijo mientras se acurrucaba a mi lado, miedo, jamas habia escuchado a evan decir que le temia a algo.

Lo abrazé queria que eso me quitara el miedo a mi tambien, queria que nuestro miedo se volviera seguridad al tenerlo cerca.

-Lo se...Yo tambien, pero tenemos que ser fuertes por ella y por nosotros.- Estabamos llorando, cuando levantaba las vista veia que una enfermera quiso entrar pero al vernos salio sin decir nada.

Al rato, cuando nos calmamos hize que se acostara en el sofá, ya estaba muy incomoda con el metido ahi.

Pense en mi sueño, y ¿porque lo habria hecho? en el accidente me sentia lo suficientemente lucida para saber que no estaba alucinando.

Volví a pensar en papá y como se sentiria mamá al saber sobre el, lloraba a cantaros pero lo hacia lo más callado posible. No queria despertar a evan porque ya habia llorado demasiado y cada intento por calmarme me hacia llorar más.

Volví a ver mis piernas y pense en la terapia que habia mencionado la enfermera hace rato.

-Esto es una mierda.- Dije sin ninguna pena.

-Esas no son palabras para una señorita.- Dijo un chico que estaba en la puerta de la habitacion y me di cuenta que trabaja en el hospital por su uniforme. Quise decirle algo pero estaba agotada, debieron ser las medicinas.

-Señorita Joy, soy Eric y me ocupare de ti cuando te remitan a terapia.

Asentí tranquilamente y cuando vi su rostro la imagen de la sombra de mi sueño vino de la nada ¿Que habia sido eso?

Promesa de angel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora