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Las palabras de eric me sacaron de mis pensamientos.

Evan se habia despertado y estaba hablando con eric, no me sorprendia que agarrara confianza tan rapido. Sin importar que sea hombre, mujer, animal o lo que sea terminaba cayendo ante el...mi narciso.

Ambos me miraron pero solo evan se dirigio a mi para hablarme.

- Joy...Van a darte de alta mañana, a mi me dejaron hoy pero esperaré contigo e iremos juntos a casa.

Le asentía mientras me acostaba.

Eric lo único que hacía era verme y lanzarme una tierna sonrisa y lo mismo hacia con evan.

-¿Podrían irse? Sólo quiero dormir más.- Dije irritada.

Evan tomó por el brazo a Eric y lo saco de la habitación, obviamente no quería seguir durmiendo por culpa de esa extraña figurar que de algún modo estaba acercándose a mi.

Esta sería la parte donde me escapo pero ciertas piernas decidieron romperse y estoy confinada aquí.

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Estaba en una cama con alguien a mi lado.

-No me dejes.- Decía.

Mierda me quedé dormida.

- Sacrifiqué mucho para estar contigo.- Lo tenía demasiado cerca pero aún así no podía verle el rostro, de la nada perdí el control de misma y me dirigí hacia su "rostro" y Cuando  lo que sería un beso parecía inminente...

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-Tranquila, ya estamos aquí.- Dijo eric.

Lo tuve tan cerca que solté un grito.

-Creí haberles dicho que se fueran.- Dije con rabia.

-¡Lo hicimos! Fui a ver a mamá mientras estabas dormida, ya está despierta y...Ya sabe lo de papá, ella se quedara aquí más tiempo, ah y me encontré con tu doctor y dijo que ya estaba lista tu orden de salida.- Evan  miraba a Eric y el asentía.

-¿Y el?- Mire a Eric de reojo.

-Y-yo te traje esto.- Salió de la habitación y regreso con una silla de ruedas.

-Parece que no tienes otros pacientes que atender ¿o si?- Dije en tono sarcástico.

Evans se acercó a mi y me dio un golpecito en la frente y luego me besó.

-No seas grosera con mis amigos.- Dijo sonriendome.

Puse los ojos en blanco y le hize una señal de que necesitaba cambiarme.

-También nos preparamos para esto ¿Cierto eric?- Aveces el hecho de que fuera tan amigable con todos me molestaba porque tenía miedo que alguien lo lastimara pero así como es bueno haciendo sonreir cara también lo es rompiendolas.

Saco una bolsa llena de ropa.

-Es increíble lo que puedes hacer en dos horas.- ¡¿Dos horas?! no puedo creer que un sueño tan corto me llevará dos horas dormida.

Le di una señal de gracias y los hice salir, cerraron la puerta y empeze a cambiarme; y me puse una polera gris y sobre ella un poleron verde, intente ponerme un Jean negro pero todos los esfuerzos fueron nulos.

-¡Evan!- Grité,  cuando evan escucha esa palabra corre hacia mi enseguida y esperaba que lo hiciera pero fue eric el que atravesó la puerta.

- El no está...- Dijo eric.

-Ok ok no importa, ayúdame a ponerme este Jean y ya.- le dije apresurada, no quería tenerlo cerca más de lo necesario.

Tomó el Jean y lo deslizó por mis piernas hasta subirmelo a mis caderas.

-Gracias ya puedo sola.- le dije tratando se hacer que me soltara.

-No lo creo, aún necesitas ayuda para bajarte a la silla de ruedas.- Mierda tenía razón.

-Está bien dulce Romeo csrgame hasta mi carruaje.- con mi expresión se sabía enseguida que era sarcasmo.

El sólo sonrió y procedió a cargarme, pase mis brazos por su cuello mientras el me sostenía.

- Oh Julieta eres una amargada pero aún así nunca me deje.- eso último resono en mi cabeza, me solté y lo hice perder el equilibrio, por suerte estaba el sofá ahí o probaría el frío del suelo.

Cayó sobre mi y estaba demasiado cerca, me sentía apresada en su pecho.

- ¿Acaso no puedo dejarlos solos un momento porque me son infieles?- Dijo evan mientras hacia una cara triste e inflaba sus mejillas.

-¡Quitamelo y deja tus estupideces.- le dije agresivamente.

Eric se levantó y se disculpó con evan por ese irritante malentendido, me puso en la silla de ruedas nos acompañó hasta la salida del hospital.

-¿Los veré mañana?- Dijo eric.

Evan asintió y yo voltee a ver a otro lado.

-¿Por cuánto tiempo tendré que verle la cara?- Le dije a evan.

-Hasta que tus piernas mejoren.- No me dirigí la palabra por el resto del camino a casa, tomamos un taxi y cuando llegamos lo hice subirme hasta mi cuarto.

Vi un poco de televisión en mi cuarto y evan me trajo unos cupcakes de chocolate que había comprado hace rato.

Más tarde sin decirme nada me cargo hasta la cama de nuestros padres  y se acostó conmigo (ya que era una cama doble).

El se durmió rápido pero yo quería mantenerme despierta lo más que pudiera pero lamentablemente termine dormida.

Esta vez aquella figura no apareció.

Promesa de angel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora