Capítulo 3

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Volvían a casa en el carro, nadie hablaba. Wendy se había quedado sin palabras por lo que pasó en la habitación, no sabía si su hermano estaba loco o si ella era la paciente.
Nicholas tampoco hablaba, lógicamente, después de tal situación quién podía estar tranquilo. Sus padres no sabían nada de lo ocurrido dentro del hospital con él y Wendy, por lo tanto estaban extrañados con la actitud de sus hijos.
-¿Pero qué les pasa? - Cuestionó la madre
-Nada-Respondió Wendy con un tono ausente y pensativo- Solo que tengo hambre
-Oh, sí. Seguro debe ser eso. Cuando lleguemos les prepararé una buena cena
Y así pasó. Al llegar a casa, La señora Helena Towers preparó un guiso para sus hijos y su esposo. Sin intercambiar muchos comentarios, la familia se preparó para terminar sus pendientes del domingo y prepararse para una nueva semana.

Esa noche, Nick no durmió bien, y se levantó muy cansado para ir al colegio. Aún así, ningún argumento le valió a su madre para que no asistiera a clases, por lo tanto, después de prepararse para la escuela, se subió al autobús que lo llevaba todas las mañanas a estudiar.
Nick se subió al largo bus blanco, con el logotipo del colegio en el costado (Ya que la institución tenía sus propios buses personalizados) con la frase lema del colegio: "Una buena educación es la clave del progreso".
Tom le guardaba el asiento, como siempre. Nicholas se sentó a su lado y empezaron a charlar. Thomas le contó los resultados del bádminton del Domingo, le enseñó el libro que estaba leyendo y discutieron quién ganaría entre una pelea entre su profesor de matemáticas y el chofer del bus. Nick se llegó a olvidar por un rato de Melody, pero antes de que llegaran abarcó el tema del misterio.
-Tom, te contaré algo. Pero promete que no lo andarás diciendo por ahí como sules hacerlo
-Sí sí, lo que digas
Nick le narró lo ocurrido con Melody en el hospital
-¡Nick, eso es increíble!
-No sería la palabra que yo usaría
-Es como en las películas
-¿Qué?
-Pues es obvio. Tú tienes que resolver el caso-Nick no creía lo que le decía-Eso te pidió Melody indirectamente ¿no?
-No lo sé
-¡Listo! Está decidido. Vamos a investigar
-Tom espera...
El chico lo interrumpió
-Tú serás el detective y yo seré el ayudante que encuentra el secreto sin exponerse a ningún peligro
-¡No, Tom!
-¿Qué acaso no tienes curiosidad?-Nick se desesperó
-¡SÍ! ¡PERO TENGO MIEDO!-Esto último lo gritó de una manera en la que todos los pasajeros se callaron y voltearon a verle.
-¡Towers se ha meado del miedo, paren el bus! -Se burló William Blake, el fastidioso hijo del Alcalde que se creía muy bravucón por ello.
Todos echaron a reír (hasta el chofer del autobus) excepto Nick, quien quedó enojado.
-Entonces, ¿Aún tienes miedo?-Preguntó Tom entre risas
-Cállate

Al llegar al Instituto Blake Hays, Nick ya se había relajado, y empezaron clases común y corriente. Primero fue Historia, luego salieron al patio para Educación física. Y después de que todos terminaron sudando en el piso, salieron al receso. Tom se vio con Nick y fueron a analizar la situación mientras caminaban. De prepente Nick sintió que chocó con alguien pequeño.
-Oh, lo siento Chester
-Hola, Nick. Estaba con mis amigos buscando un tesoro-Dijo el chico de 7 años
-¿Qué tesoro?
-No lo sé. Jimmy me dijo que había uno. Con dulces y chocolates gigantes
-Oh. Pues buena suerte con eso-Dijo Nick, y Chester y Jimmy salieron a correr con otros niños hacia los unos arbustos con palas de juguete
-Bueno, analicemos el problema-Empezó Tom con decisión- Viste un perro, el perro mordió a tu profesora de Alemán, se volvió loca y ahora resulta que hay más perros ¿Sí?
-Supongo. Si lo resumimos mucho
-Bien, partiendo del hecho de que todo lo de Melody sea verdad, la (o las) criaturas van a volver a atacar tecnicamente. Cuando lo hagan, ahí estaremos
-Bien, ¿Cuánto esperaremos señor detective?
-Lo que sea necesario- Respondió Tom-Pasará en cualquier momento
Casi como si alguien le hubiera escuchado a Tom, un grito sonó por los arbustos a los que habían ido los niños a jugar. Tom se alegró.
-¡Bien, es la señal!
Ambos salieron a correr a los arbustos, se agacharon y miraron a través de ellos. Jimmy estaba llorando con los otros dos pequeños.
-Te lo dije, soy un gran cazabestias
Cuando se pararon y fueron a ver a los niños, se dieron cuenta de que había un profesor al lado de ellos muy enojado. En sus manos sostenía las palas de juguete de colores que antes habían participado en la búsqueda de un tesoro. Se dieron cuenta de la situación entonces, Los chicos habían cavado unos hoyos muy grandes en la tierra, dañando varias plantas y flores cercanas, y el profesor, había sido quien había gritado a los niños por haber hecho tal daño, y a esto se debía el llanto imparable de los chiquillos de primaria.
Tom no sabía si eso era frustrante o aliviante, debido a que el quería a un mounstruo que cazar, pero aún así, no le gustaría que le pasaran cosas horribles a esos niños. Para Nick obviamente era aliviante, ya que respaldaba su teoría de la lógica y las explicaciones razonables de los hechos, cosa que no encontraba desde hace unos días. A Nick le vino algo a la mente
-Oigan, ¿Dónde está Chester?
-Es cierto-Recordó Tom- Él fue raptado
-Salió a correr cuando vio al profesor-Dijo Jimmy sollozando
-¡No. No es cierto! - Le respondió Tom frustrado-A tu amigo lo secuestró un perro. Y punto.

Thomas se retiró con Nicholas, un poco decepcionados. Aún así, quisieron ir a buscar a Chester y verificar que estaba bien. Nadie daba razón de su paradero y no aparecía por ninguna parte. Descaradamente, esto aumentaba el espíritu investigador de los dos amigos y le ponía emoción nerviosa al asunto. Apunto de acabarse el receso, Nick visualizó a lo lejos a Chester sentado contra la pared cerca a la perrera de la mascota de uno de los directivos. Los jóvenes volvieron a correr hacia donde estaba el pequeño niño de pelo anaranjado.
-¡Chester! ¿Qué te pasa?
-A mí nada, acabo de ver una cosa verde que corrió hacia los árboles
-Oh, no. Lo viste bien
-Yo sí. Pero él no a mi-Contó Chester-Pero hizo eso-Dijo y señaló con el dedo hacia su derecha
Fue impactante. La casa de madera del perro estaba totalmente destruída, como si algo la hubiese cogido tabla por tabla y la hubiera destrozado. ¿Y el perro? El perro estaba muerto.

Desastres MisteriososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora