Capítulo 5

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Los tres chicos salieron de la casa decepcionados, por la reacción del abuelo. Era la mayor oportunidad que tenían de saber algo más de esas criaturas y sus esperanzas se habían extinguido después de que Victor les hiciera ver que no tenía idea de lo que hablaban. Aunque Nick no estaba tan confiado de su declaración. Era muy difícil que no supiera algo, ya que en toda su vida y viajes como militar había tenido muchas experiencias y anécdotas particulares; descubierto secretos y teniendo aventuras misteriosas. Él era famoso en el pueblo y lo conocían casi todos los habitantes de allí. También había luchado varias veces a favor del ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Siempre que pasaban cosas extrañas él era el primero en saberlo. Por lo tanto, el hecho de que no se hubiese interesado mucho por lo de Melody extrañaba a Nick. Quiso contarle sus sospechas a sus amigos.
-El abuelo Victor sabe algo, y no me lo podrá ocultar más
-No creo, es muy apresura...-Crystal paró de hablar, ya que un gato pasó fugazmente por su lado, haciéndola casi tropezar y caer al pavimento frío- ¡Estúpido gato!
El animal siguió corriendo varias calles más abajo y en una de ellas cruzó. Nicholas miró hacia la punta de una farola blanca y se quedó inmóbil con su reflejo.
Allí estaba, sin saber cómo. Una sombra baja detrás de Tom y Crystal, lo volvía a mirar atentamente, desafiante. Esos ojos blancos profundos que enfocaban el reflejo de Nick a través de la farola. Volvió su cabeza aterrado y fue entonces cuando lo detalló. Una criatura enana, color verde oscuro y arrugada, con orejas relativamente grandes. Tenía dos manos con tres dedos largos deformes que terminaban en afiladas garras. No tenía pelo en todo el cuerpo y estaba agachado, apoyado sobre sus patas traseras. Era realmente aterrador.
Nick se quedó atónito ante esto. Por lo que sus amigos también voltearon su mirada rápidamente para notar la razón de la sorpresa de Nick.
Aunque solamente alcanzaron a divisar a la criatura mientras huía, en la misma dirección del gato.
-¡Es él!-Dijo Nick y salió corriendo detras del ser.
Los otros dos también echaron a correr tras él. Cuando llegaron al cruce en donde había doblado, empezaron a buscar rastros de él a ambos lados de la acera.
Tom alcanzó a ver a lo lejos un bote de basura que acababa de ser derribado, y les indicó a los otros dos que lo siguieran. Crystal se quedó un poco atrás, mientras que Nick y Tom siguieron hasta el bote en el piso. Se encontraban frente a la calle transversal. Un camión estaba pasando en ese momento por la esquina cercana. Nick lo vio asomarse al otro lado de la calle justo antes de que el vehículo pasara. Entonces el camión explotó, creando una gran onda expansiva que empujo bruscamente a los dos amigos hacia atrás, golpeándose fuertemente y quedando inconcientes.

Cuando Nick abrió los ojos estaba rodeado de gente. Pudo oír a la policía hablar y a una ambulacia que llegaba al lugar. Un médico se acababa de agachar a su lado y le tomaba el pulso. Nick, reincorporándose se paró con dificultad, y solo le hizo señas al doctor de que estaba bien. Se abrió paso entre la gente y pudo ver dónde había sido el accidente.
El vehículo se encontraba totalmente incinerado y también todo a varios metros alrededor de este. Una de las propiedades de las esquinas, que era una panadería, estaba destruída; o por lo menos lo estaba su fachada, los vidrios y vitrinas estaban todos rotos, con cristales diminutos desperdigados por doquier y las mesas metálicas en pedazos. El hombre que conducía el camión estaba muerto, y los policías ponían esos carteles pequeños amarillos para las pruebas del caso. Aterrado, buscó a sus amigos con la mirada por todos lados, aunque solo pudo ver a otros heridos que estaban siendo atendidos, como dos empleados de la panadería y una señora que pasaba por ahí. Finalmente vio a Crystal detrás de una de las dos ambulancias presentes. Corrió desesperado por encontrarlos a ambos bien, pero el impacto contra el frío suelo había lastimado su parte izquierda del cuerpo en el impacto, por lo tanto esa pierna le dolía mucho al caminar. Como pudo se hizo ver de la chica, que vino corriendo a abrazarlo y lo ayudó a ir a donde ella estaba.
-¡Nick! ¡Pensé que te había pasado algo peor y te habías ido en una ambulancia! No sabes cuánto me alegra de que estés bien.
-Y a mí, pero¿Dónde esta Tom? Dime que no le pasó nada
-Él está bien-Lo tranquilizó la chica-Estaba conmigo por allá-dijo señalando el lugar tras la ambulancia
Cuando llegaron allí, ambos se alegraron de verse. Pero no dieron mucho tiempo de reencuentros.
-¿Qué fue eso, Nick?-Preguntó el rubio-Estoy seguro de que no fue un accidente
-No lo fue. Algo me lo dice
-Esto no se quedará así creeme-Dijo Tom, quien tenía la camiseta rota por detrás debido al golpe de espaldas que había recibido
-Sí. No esperaré más. Esa bestia o cuantas sean ya provocaron la muerte de un hombre.
-Cuidado, Nick. No sabes a qué te enfrentas-Intervino Crystal
-No me importa, tendré que hacer algo al respecto. No dejaré que pase a mayores-Concluyó Nicholas-Aún así me esté arriesgando.

Por la noche, en casa, después de haber escuchado todo el escándalo y la indignación de su madre ante lo sucedido, cogió su teléfono y vio los mensajes de sus amigos. En una conversación entre los tres, Tom recordaba lo de los detectives, cosa que Crystal rechazaba al igual que Nick. Entre unas cuantas risas Tom volvió a mandar la foto del dibujo de Yoda. Y comentaban:
Tom: Más vale que vayas armado, amigo. No sea que al enfrentarte a él saque su sable láser Jedi
Nick: Sí, tienes razón. Llevaré el de dos puntas
Tom: Bueno Nick, nárranos cómo irás a enfrentarlo
Nick: Llevaré mi bicicleta rosa, con rueditas auxiliares y una linterna de rayos X. Luego cogeré un reactor termonuclear que encuentre por ahí y se lo lanzaré con una ballesta ancestral de precisión
Tom: Interesante
Crystal: No se te olvide llevar casco y rodilleras para que no te raspes si caes de tu bibicleta Barbie Girl

Estuvieron un rato charlando y riendo desde sus casas. Hasta que Nick vio algo raro por la ventana, no necesitó mucho tiempo para descifrar de qué se trataba. Estaba harto de ver aquella silueta, aquella inquietante figura misteriosa que obstruía el entendimiento lógico de esa división entre la realidad y la ficción. La cuestión encubría un oculto peligro, uno que el chico desconocía. La confusión, la curiosidad, la aventura, la emoción, el miedo; criterios muy sencillos vistos desde una perspectiva simplemente semántica o lingüística, pero en aquel punto de su aplicación en la realidad y el contexto de Nicholas, eran difíciles de explicar, sensaciones casi indescriptibles.
Tras unos segundos reflexivos, Nick bajó silenciosamente las escaleras hasta la cocina, para no atraer la atención de su familia que estaba en la sala de estar. Abrió un cajón y sacó un cuchillo. Pensó en salir por la puerta, pero allí se encontraban Wendy y su mamá, entonces subió a su habitación y sin pensarlo mucho, salió al techo por la ventana.
La noche estaba fría y Nick no iba abrigado, sin importarle esto saltó a un montón de nieve desde el alero del tejado. Sigilosamente siguió a la criatura por varias casas, hasta poder llevarlo a un callejón cerrado. Lo tenía.
Estaba al frente del callejón y pudo ver frente a frente a la criatura que lo atormentaba. Pero no fue eso lo que más lo impactó. Lo que vio lo estremeció: En la entrada del callejón Nick vio varios pájaros, gatos y un par de perros. Todos lo miraban y se movían como locos como si les estuviera dando un ataque. Todos los animales, tenían los ojos desorbitados, y muy rojos, tal como los de Melody. Sentía que querían atacarlo. Mientras la criatura lo miraba desde el fondo del callejón con una fría y diabólica sonrisa.

Desastres MisteriososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora