El corredor era interminable. Esas horribles criaturas venían tras de ella. ¿Cómo era posible que hubiera tantos de ellos? Se suponía que se estaban extinguiendo. Su planeta de origen había desaparecido consumido por un hoyo negro hacia unos cien años. Los pocos que quedaron se habían refugiado en los planetas cerca del borde de la Alianza. No tenían las condiciones para reproducirse fuera de su ambiente natural. Al menos eso se suponía. Eran una raza de horribles criaturas parecidas a los lagartos. Tenían dientes afilados y garras para destrozar la carne. Su gusto por la carne humana los hacía una especie muy peligrosa. En este momento los Grox estaban fuera de control. Se habían adueñado de una nave comercial y habían acabado con su tripulación. Una misión que había comenzado siendo una de rescate, había cambiado totalmente. No había nadie a quien rescatar. Tenían que destruir la nave.
Debía salir de allí a toda prisa, si la atrapaban estaba perdida. Corría por aquel corredor tan rápido como podía. Tenía que llegar al otro corredor y luego a la escotilla de salida de esa sección de la nave. Podía sentirlos tras de ella. Debía llegar a la nave lo más pronto posible o estaría poniendo en peligro la misión. El corazón se movía con tanta fuerza que podía escuchar sus propios latidos. No debía permitir que la desesperación se apoderara de ella.
Después de varios minutos al fin llegó a la escotilla. Su respiración estaba alterada. Rápidamente introdujo el código de seguridad en el panel que estaba al lado de la escotilla. Nada. La luz roja seguía encendida. Respiró hondo. Trató nuevamente. Esta vez con más calma. Un símbolo a la vez. Verde. La escotilla se abrió y cruzó por ella lo más rápido que pudo. Cerró nuevamente e ingresó otro código Tardarían un poco en abrirla esta vez.
-¿Por qué tardaste tanto? Llevo una eternidad esperando por ti. - le dijo un hombre que estaba recostado de una de las paredes con aparente calma. Sin embargo ella sabía que él estaba muy alerta. El arma en su mano así lo indicaba.
-¿Jonathan qué haces aquí? Deberías estar en la nave. -recriminó.
-Sabes que jamás te dejaría atrás. Vamos debemos darnos prisa. La ruta que lleva al hangar está comprometida. Debemos tomar una ruta alterna. Sígueme.
Corrieron por otro corredor mucho más largo que los llevó a una escalera que quedaba justo debajo de otra escotilla redonda. Debían abrirla y subir por ella para lograr acceso al hangar. Tras ellos ya se escuchaban los Grox tratando de abrir la escotilla. No tardarían mucho en lograrlo.
-Yo iré primero y verificaré que esté todo claro.- dijo él mientras subía por la escalera. Abrió la escotilla con un poco de esfuerzo y subió al próximo nivel. Ella esperaba que el hombre le diera aviso para poder subir Sin embargo lo que escuchó fueron sonidos extraños y un grito ahogado. Decidió subir rápidamente con su arma en la mano. Pero cuando iba por la mitad de la escalera Jonathan asomó su cabeza con una sonrisa maliciosa y le extendió la mano.
-Puedes subir. Aquí no hay nadie. ¡Vamos!- le informó.
-¡Eres un maldito cretino! Me asustaste. Creí que te estaban atacando. Iba a ayudarte.
-Bien por ti. Debes estar siempre alerta. Me alegra saber que tus reflejos son rápidos y puedo contar contigo en cualquier situación. Ahora sube y vámonos. No tardarán en descifrar el código y llegar a nosotros.
Tan pronto llegaron al otro nivel se dirigieron a una pequeña nave de rescate donde otros dos soldados los esperaban. Una vez todos adentro ocuparon sus posiciones y despegaron dejando atrás la nave más grande.
-Es una lástima que tengamos que destruirla. Pero no hay de otra.- dijo el soldado que estaba piloteando.- No podemos dejarla en manos de esas criaturas.
Una vez estuvieron a una distancia considerable el capitán dio la orden y los explosivos que habían colocado en la nave explotaron reduciéndola a pequeños fragmentos de metal. Ya podían dirigirse a su nave la Pacific. Habían cumplido su misión
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persiguiendo al cazador
خيال علميDisponible en Amazon. com. La Capitán Roxanne Harris pierde a su novio cuando un grupo de mercenarios ataca y destruyen su nave. Cinco años después, está a punto de atrapar a uno de los culpables, luego de perseguirlo sin descanso. Ya no era su...