Capitulo 5

45 4 0
                                    

De vuelta a la rutina, estoy sentada en mi oficina poniendo al tanto de los pedidos y él inventario cuando Adriana mi secretaria toca la puerta.

—¿Señorita Emi?

—Pasa Adriana— La veo cruzar la puerta con un precioso ramo de rosas rojas.

—ha llegado esto para usted-
¿Para mi? Nunca nadie me ha enviado flores.

— ¿no han dicho quien lo envía?

—No señorita, han dicho que trae una tarjeta.

—Dejalo en mi escritorio.

Ella asiente y yo me pongo de pie, ¿quien me ha enviado flores?

—es todo Adriana, Gracias- la miro y sonrió

Ella me responde él gesto y se retira.

Es un ramo precioso, lo admiro y encuentro la tarjeta.

"Que la resaca no sea fuerte bonita, muero por verte- RAFA"

Es sumamente tierno, sonrio y me sonrojo sin darme cuenta, que me pasa con este hombre, lo conocí hace poco pero siento si fuera de toda la vida.

—Emi, ¿eso es un ramo?

Volteo a ver y no me doi cuenta en que momento Mart entra a mi oficina.

—Si- le contesto mientras sonrió como una idiota.

—¿quien lo ha mandado?— me dice dando saltitos y aplaudiendo

—ha sido Rafa— Veo que suelta una risa y se acerca a abrazarme.

—Emi, esto es maravilloso, ¿ha pasado algo y no me lo has dicho?- me mira picarona

—solo me ha llevado a mi casa y me ha dejado dormida en mi habitación, luego ha pedido un taxi y se fue.

—no te creo- dice Mart mientras me mira fijamente

—es verdad; Y ¿que haces afuera de tu trabajo eh?- la miro tratando de ser autoritaria y a ver si deja él interrogatorio.

—ya es medio día y pensé que podríamos ir a comer algo- me dice sonriente.

Saco mi teléfono y me percato de la hora, vaya, que rápido se ha ido la mañana.

— no lo se mart, no he terminado aun de revisar los inventarios y tengo una reunión al otro lado de la ciudad en dos horas.

— con mas razón aún, debes comer algo— me mira y hace pucheros.

—ah, tu ganas, pero solo tomare un café.

Salimos de mi oficina y nos dirigimos al ascensor, allí nos encontramos con Esteban, es él jefe de mercadeo.

— Hola señorita Emilia, Martina- nos saluda alegremente.

Esteban es alto, se nota que hace ejercicio, su tez es blanca y su cabello es negro, sus ojos son marron, es apuesto, pero no para mi gusto.

—Hola Esteban—me limito a contestar y sonreirle—¿como va todo?

—muy bien señorita Emilia, he contactado a unos empresarios de taiwan y espero próximamente me den una fecha para una visita.

—sorprendente, te felicito, pasa buen dia- le sonrió y bajo del ascensor.

Nunca he sido muy buena para relacionarme con mis empleados, creo que ellos me ven como una niña, además de que siento que esperan que me equivoque con la mas mínima cosa.

Conociendo El PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora