Capitulo 10

30 2 0
                                    

Un ruido me despierta, abro los ojos de golpe y me percato que es mi teléfono que esta sonando.

—¿Si?- respondo como puedo con los ojos cerrados.

—Buenos días preciosa- me dice en tono dulce.

—Hola- le digo mientras sonrió.

—¿quieres abrirme la puerta?- abro los ojos y me siento en la cama mientras el frío viento de Madrid hace que mis pezones se endurezcan, solo llevo puesto un panty.

—Si cariño, ya bajo- cuelgo el teléfono, me pongo de pie y me dirijo a mi armario me pongo un top y una sudadera.

Bajo rápidamente las escaleras para abrirle la puerta a el hombre que me gusta.

—Hola preciosa- me dice mientras entra.

—Buenos dias- le digo y cierro la puerta tras el 

—¿te he despertado?- me pregunta mientras se vuelve hacia mi y me agarra por la cintura.

—Ujumm- le digo mientras rasco mis ojos.

—entonces te preparare el desayuno- sonríe y se dirige a la cocina

—Sabes que no es necesario, puedo tomar una taza de cereal y sera todo.

Voltea y arruga esas cejas pobladas que tanto me gustan.

—¿Me estas diciendo que la comida mas importante del día para ti es un simple tazon de leche con cereal?- parece que no le agrado mucho la idea, se dirige a mi aun con expresión seria.

—solo es que... Me acostumbre a tomar un desayuno rapido- trato de calmarlo moviendo las pestañas de forma coqueta.

—eso no va a funcionar conmigo cariño- me mira y arquea una ceja- debes comer bien Emi, se  que trabajas mucho y necesitas Alimentarte bien, ven, te preparare una tortilla.

Me agarra de la cintura y me sienta en él mesón de la cocina, río mientras estoy en sus brazos, me gusta mucho este hombre. Me quedo mirándolo todo él tiempo, su forma de moverse, es tan seguro de si mismo, causa tantas sensaciones en mi, me agrada su compañía, que se preocupe por mi.

—parece que sabes mucho sobre cocinar- le digo mientras sonrió.

—un poco, después de que mamá murió me toco asumir muchas responsabilidades, cocinar por ejemplo— me muestra una media sonrisa y sigue en lo suyo.

Me bajo del mesón y me poso justo a su lado, me paro en puntas y le doi un suave beso en la mejilla.

—gracias por estar aqui- le sonrió y me dirigió a la nevera.

Sacó un poco de parmesano y lo pongo encima de la mezcla que esta apunto de terminar de cocinarse, él me mira pidiendo una explicación.

—me gusta mucho el queso- le sonrió juguetona.

Él entorna los ojos y sigue cocinando.

Me siento a admirarlo desde la mesa, él agarra dos platos y sirve, trae las dos tortillas y pone una frente a mi mientras se sienta y come la otra, me quedo mirándolo por un momento e inició a comer lo que me ha preparado.

—Está delicioso- sone mas eufórica de lo que esperaba.

—Sólo lo mejor para ti- me guiña un ojo y sigue comiendo.

—No debiste molestarte, pude haber picado fruta.- levanta la mirada con semblante serio.

—ya te he dicho que debes comer bien, aunque la fruta es una mejor alternativa que él cereal.

Conociendo El PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora