Capitulo 7

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Llego a casa y recuerdo que me he olvidado de llamar a Rafa, agarro él teléfono y noto que es él quien me llama ahora.

—Rafa, lo siento se me ha olvidado llamarte, he dejado a mi secretaria en su casa y se me olvido llamarte de camino, lo siento.

—oye, tranquila, ¿que tal si mejor me abres la puerta?-

Miro a la puerta y escucho como tocan tres veces, me dirijo a abrir rápidamente y ahí esta él, con sus hermosos ojos grises y su cabello desordenado, me gusta.

—¿como has entrado aquí?-

—le he dicho al portero que venia para acá y como ya me había visto contigo me dejo entrar, ¿puedo pasar?— Emilia ¿donde está tu cordialidad?

—Si claro, pasa— cierro la puerta después.

—quería verte Emi- se acerca y queda a pocos centímetros de mi, agarra mi barbilla obligándome a mirarlo—me gustas sabes.

Me quedó mirándolo embelezada, soy consciente de estar jugando con fuego, nunca antes me he quemado y ahora me pregunto ¿que se sentirá?

—¿quieres algo de tomar o... Algo de comer?- me safo de su mirada y camino hacia la cocina, él me sigue.

—cuentame, ¿que ha pasado hoy que te escuche triste?.

Camino hacia él refrigerador y empiezo a poner bowls con comida congelada en la encimera.

—Eh, mira, tata dejo spaggetis a la boloñesa y también hay tortillas francesas, ¿quieres comer?- trato de cambiar él tema pero es imposible.

Se pone de pie y pone sus manos una a cada lado dejándome sin escapatoria.

—No me gustan las mentiras señorita ojos bonitos, se que algo te pasa— me pierdo en esos ojos, este hombre me encanta.

—Es solo que, hace 13 años no sabía nada de George y hoy ha aparecido en mi oficina y...- se me quiebra la voz y siento lágrimas a punto de salir— me ha hecho mucha falta.

Rafa me abraza y acaricia mi cabello tratando de calmarme.

—calmate, seguro ha vuelto por ti, yo también lo haría— me mira fijamente a los ojos y por un instante quiero besarle.

—No, george es mi padre, me ha dejado sola con mamá y mi abuela cuando solo tenia 12 años.

Noto una media sonrisa en sus hermosos labios.

—creí que George era tu ex novio— trata de ahogar una sonrisa— quizá quiere enmendar su error.

—no he tenido novio antes— me mira incrédulo y se retira un poco

—¿me estas jugando una broma?— niego con la cabeza— Mirate, eres preciosa además de inteligente, estaría completamente loco la persona que te deje o que te ignore.

—Rafa, me gustas— suelto de golpe, y él se queda quieto, me mira y sonríe, se acerca y me toma por la cintura, me atrae hacia él e inclina su cabeza, yo me quedo inmóvil con un corazón desbocado.

¿por que le dije eso?

Siento su respiración agitada, cierro los ojos y undo mi nariz en su cuello, que aroma, él me atrae más y quedamos por poco y siendo uno, siento como sus labios buscan los mios.

—no- le digo en un hilo de voz.

—Permiteme quererte- me responde de igual forma.

Siento como sus labios se unen con los mios y como su lengua imbade mi boca, sin darme cuenta rodeo su cuello con mis brazos y caigo en su juego, comienzo a besarlo y a entrelazar mi lengua con la suya, me dejó llevar y después de un momento me separo de ese beso acogedor buscando aire.

—no se que me has hecho- me dice mientras me besa nuevamente.

Me dejo llevar por unos minutos y luego me separo de él, lo miro y le sonrió, me acerco y le deposito un beso casto en los labios, agarro él bowl de los spaggetis y lo pongo en él microondas

—Buena elección- me dice desde la mesa mientras sonríe.

Le devuelvo él gesto mientras saco los platos.

—¿podrías ayudarme?- le digo tiernamente.

Él se pone de pie y me ayuda a poner la mesa, mientras eso saco un vino de la alacena.

—adoro ese vino- volteo y veo que tiene dos copas en la mano— me sorprendes cada vez mas.

Le entrego la botella y saco él bowl del microondas, lo llevo a la mesa y le sirvo.

—¿De donde tu gusto por él vino?- me pregunta mientras nos sirve.

—Mi abuela, es amante de leer y del buen vino- le contesto mientras lleno su plato de spaggeti.

—ya veo, ¿y por la comida italiana?- si que es curioso.

—ese si es mio-— le respondo y ríe un poco— siempre me ha gustado la cocina pero ya no me queda tiempo de cocinar, así que tata lo hace y lo guarda en él refrigerador.

— esta realmente delicioso- me dice mientras enrolla mas spaggeti en su tenedor.

— lo se- le contesto mientras hago lo mismo.

Quedamos en silencio mientras acabamos de comer, el se levanta y retira los platos.

— oye no, yo los lavo, ¿si?- trato de detenerlo mientras me pongo de pie.

—deja, yo soy tu invitado—me guiña un ojo y los pone en él lava vajillas.

Agarro la botella de vino y la guardo nuevamente.

Se acerca de nuevo con sus intensiones oscuras.

—Me ha encantado la comida y él vino estaba delicioso, pero tu compañía ha sido él plato fuerte— me toma la mano y la lleva a su boca para depositar un beso en ella.

—¿Eres siempre asi con todas?- callate Emilia, no lo Arruines.

Tal parece que le causa gracia.

—No Emilia, solo usted ha logrado ponerme cursi- levanta una ceja y suelta mi mano, se lleva su dedo índice a la boca y suelta—¿y usted? ¿siempre es así de helada con todos?

Oh cariño, no te lo imaginas, ¿por que crees que tengo 25, soy soltera y sigo virgen?

—La verdad es que si, soy lesbiana- bromeo y por poco se le cae la mandíbula.

Río fuerte y él entorna los ojos.

—Es broma- le digo y me alejo.

—No me agradan tus chistecitos- se acerca y me toma de la mano- ¿quieres hacer algo mas?

Acaso él esta pensando... Que yo... ¿Quiero acostarme con él?

—¿a que te refieres con eso?- no quise parecer molesta pero creo que se me salio de las manos.

— oye, no lo tomes a mal, me refería si querías salir, ir al cine o ver una película acá en tu casa, por favor Emi, no lo tomes a mal, no soy ese tipo de hombre.

— Acompañame- lo agarro de la mano y subo las escaleras, cruzamos él pasillo y nos topamos con una puerta— este es mi lugar favorito en toda mi casa.

Abro la puerta y hay fustas, una cama de cuatro postes en madera oscura con un colchon rojo de cuero, preservativos, vibradores, esposas, las paredes son rojas, etc.

Es broma, Hay una gran pantalla, un sofá, una maquina para hacer palomitas y un mini refrigerador.

—puedes esperarme aqui mientras tomo un baño— lo miro lo mas dulce que puedo y él asiente.

— no tardes mucho.- me da un beso y me voy...

Conociendo El PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora