Michael POV.
Me encontraba en mi auto, tratando de no sacarme de quicio, no es jodidamente normal que haya tanto tráfico a esta hora.
Ariel había logrado mentirle a Ashton para que yo pudiera traerla conmigo, y mentiría si no dijera que he estado ansioso desde que salimos de aquél club.
Podía notarla mirando de reojo, sabía que estaba nerviosa. Coloqué mi mano izquierda en su muslo tratando de tranquilizarla, pero supongo que no funcionó, ya que la sentí temblar un poco.
-Tranquila.-Susurré dando caricias a su muslo, no la quería nerviosa, la quería tan entusiasmada como lo estaba yo.
En cuanto el trafico por fin se movió, quite mi mano de su muslo y empecé a conducir. Ya estaba a dos cuadras, no me faltaba mucho.
Dos minutos después ya estaba aparcando en el garaje.
Salí de mi auto casi saltando y camine al otro lado para abrirle la puerta.
-Eres todo un caballero eh.-Dijo para luego robarme un beso y caminar hacia la puerta.
Sonreí negando con la cabeza y corrí para alcanzarla, quería abrirle la puerta, pero al darme cuenta ya estaba llegando al ascensor. ¡Que chica!
Apreté el botón que indicaba al último piso y decidí que ya me había controlado lo suficiente.
Agarré a Ariel por la cintura y la estrelle contra la pared, para después empujarme contra ella, como me había estado muriendo por hacer, ella gimió larga y profundamente, tirando de mi cabello. Demonios, me tenía tan duro.
Lo hicimos hasta que el ascensor paro, y mientras yo luchaba para abrir la puerta, ella me susurraba lo mucho que quería que la follara. Joder.
En este momento habría roto la maldita cosa, pero logré abrirla antes de perder los estribos. Entramos a mi departamento y pateo la puerta con mi pie. Empiezo a quitarme sus piernas de encima y sus pies se deslizan al suelo, creando una deliciosa fricción.
Con nuestras bocas aún unidas llego al cierre de su vestido y lo abro hasta la mitad, Ariel aleja sus labios de los míos y con una rapidez impresionante logra quitarme la camisa.
Beso su mandíbula y chupo su cuello, me encanta su cuello, y por los gemidos vibrantes que salen de su garganta se que a ella le encanta lo que hago.
Los dos estamos sin aliento, literalmente comiendonos con la mirada. Muerde su labio y lentamente desliza su vestido hasta el piso.
Ariel está de pié con solo unas bragas de encaje negro, sus labios hinchados, su cabello despeinado gracias a mi y pequeñas pecas marcándose aun más en todo su cuerpo. Es la jodida cosa más sexy que he visto.
Camina hacia mí y juro que la vista casi me hace correrme.
Se arrodilla entre mis piernas y desabotona mis pantalones, manteniendo sus ojos entre los míos.
Baja mis pantalones junto a mis calzoncillos, y mi polla brota, dura, y jodidamente lista. Sus ojos bajan y me observan.
La dejo mirar, no es como si debiera estar avergonzado por algo.
Una gran sonrisa se posa en su cara y se lo que esta pensando, y demonios, realmente quiero que lo haga, pero necesito estar dentro de ella o voy a morir.
Levantándola de la cintura camino hacia mi habitación, me siento en la esquina de mi cama dejándola sobre mi. Hago de su braga a un lado y meto dos dedos en su interior. Jesús. Esta tan lista y caliente, muevo mis dedos más a fondo y ambos gemimos en voz alta.
Se moldea tan bien alrededor de mis dedos, y mis ojos se cierran sabiendo lo genial que se sentirá alrededor de mi polla.
No aguantando más, agarro el condón que deje en la mesita al lado del sofá, y lo abro con los dientes. Ariel se alza cuando empiezo a ponerlo y lo hace por mi.
Demonios, podría morir con esta vista.
Tiro de sus bragas, rompiéndolas en un chasquido, sus labios me invitan a darle atención y lo quiero tan mal, pero no puedo esperar.
Lentamente se deja caer sobre mi y por un segundo ninguno de los dos se mueve. Es tan jodidamente estrecha, puedo sentirlo a través de la goma.
Tomo su rostro y la beso, no puedo no hacerlo, ella se eleva dejándome totalmente fuera antes de deslizarse con fuerza hacia abajo, tomandome de nuevo en su interior.
Santo Dios.
Nunca he sentido nada tan bueno, nunca. Agarro sus cadera ayudándola a montar mi polla con movimientos constantes y fuertes.
Me estiro para sentarme más recto, sabiendo que así añadiré más presión a su clítoris, y no me equivoco. Ella baja sobre mí más rápido y jadeando mi nombre.
Beso su cuello y hago mi camino hasta un endurecido pezón, lo tomo en mi boca, chupando y rodando mi lengua sobre el, haciendo que agarre mi cabello mientras gime.
He esperado esto por tanto tiempo, se que de ninguna manera voy a durar. Apoyo mis pies en el suelo y empujandome hacia arriba, enterrandome en ella y empujando sus caderas hacia abajo mientras lo hago. Duro, profundo. Una jodida dicha.
-Michael. ¡Oh Dios!Ella grita mi nombre una y otra vez y se que se va a venir.
Mierda me encanta su voz.
Siento su coño apretando mi polla tan jodidamente bien. Empujo una y otra vez en su interior y llegamos al mismo tiempo, largo y duro. El placer atraviesa todo mi cuerpo, tan diferente a todo lo que he sentido antes.
-Diablos.-Gruñí cayendo sobre la cama, llevándola aún encima de mi.
-Wow.-Ella susurro mordiendo su labio.
-Lo sé.- Suspire acariciando su espalda, observandola mientras poco a poco se queda dormida.
n/a
tuve que ver mucho porno para escribir esto ahre no
pd: subi un día después me tienen q amar
pd2: soy un asco escribiendo smut sorry (tons pa q haces un fic con smut pendeja)
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Ariel » m.c
FanfictionMichael pensó que su obsesión por la pequeña Ariel Irwin cesaría apenas la tocara, pero lo único que hizo fue darse cuenta de lo jodido que estaba por la hermana menor de su mejor amigo. ©tyffclifford 2015.