En esos casi 6 años, sus recuerdos de esa noche a veces regresaban. Una que otra frase o imagen nada nítida, por lo que no podía identificar al padre de su hijo. Y, es que se sentía tan mal consigo mismo, sucio... un puto, por abrirles las piernas a esa persona.
-Papi, quiero helado- dijo un pequeño castaño.
-Sí amor- dijo revolviendo-le en cabello.
Seiko eran tan parecido a él: su cabello castaño, su complexión delgada y su tez era la única diferencia, era blanca. Sus hermosos color chocolate, pero a su parecer, cuando Seiko se enojaba adquiría un color más oscuro. Juraría que parecía el color sangre oscuro, cuando la sangre se cuajaba y secaba, obtenía esa aparecía oscura. Su madre le decía que estaba loco y ya no le había dado más vueltas al asunto. Seiko, también era muy inteligente para su edad, él mismo se sorprendía con la facilidad con la que se expresaba e interactuaba con los demás.
-Helado- volvió a decir Seiko.
-ya, ya- dijo riendo por lo fácil que se seguía distrayendo, al igual que lo torpe.-Kōki, Seiko. Ya está el almuerzo- les grito Akemi desde la cocina.
-Ya vamos mamá/ abuelita- respondieron ambos.
-El helado tendrá que esperar- agrego Kōki, y Seiko hizo un mohín.
Almorzaron tranquilamente, aunque se notaba la tristeza. Pues por la tarde se marchaban a Tokio, debido a que el lunes empezaba a trabajar en la editorial.-Los voy a extrañar- dijo Akemi.
-Yo también mamá- comento al borde del llanto. -Nada más pueda, los vendremos a visitar.-No puedo creer que aceptaras- dijo en un mohín Akeno.
Kōki y Akemi rieron -Es lo mejor- agregó Akemi.
-Aquí tienen un hogar y un trabajo. Toda su familia está aquí- dijo Akeno.
-Lo sé abuelo. Jamás se me olvidara, pero la paga es muy buena y el dinero me servirá para educación de Seiko- dijo serio.
-Pero- trato de decir.-Papá, sabias que tarde o temprano esto sucedería. Además... yo estoy aquí contigo- dijo sonriendo.
-Los voy a extrañar- dijo llorando.
Kōki se levanto y abrazo a su abuelo -Nosotros también.
Seiko y Akane se unieron al abrazo.
---------Adiós. Cuídense- decía Akane abrazando a su hijo y nieto.
-Sí mamá/abuelita- respondieron.
-Llamen en cuanto lleguen- pidió Akeno.-Si abuelo- dijo Kōki para después abrazarlo.
-Recuerden llamarme también - dijo Ann sonriendo-le.
-Claro que sí- dijo Kōki besándole la mejilla a su mejor amiga.
-Fukuda-san me dijo que mando a limpiar la casa y, recontrato del servicio de luz y agua. Nada mas será que Seiko se adapte a la casa- dijo Akemi.-Sí. Hace rato me hablo y dijo que iría por nosotros a la estación- agrego Kōki.
-Es un buen muchacho, es una lastimas que este casado- dijo Akemi.
Kōki solo miro a su madre -Qué voy hacer contigo mamá- dijo exasperado.
-Ojala encuentres un buen hombre, que los ame a ambos- dijo Akemi.
-Mamá- dijo sonrojado.Vale, le tomo un tiempo aceptar su sexualidad. Cierto que en el pasado se había enamorado de Akashi Seijūrō, pero aquello solo fue unilateral y cuando nació Seiko, todo el amor que tenía fue hacia él. No negaba que intento dos noviazgos con dos varones; el primero solo lo quería en su cama; y el segundo se veía serio y era muy amable, pero detrás de aquella amabilidad había un sádico que mantenía una relación con otro docel. Lo descubrió golpeándole mientras lo penetraba a la fuerza al pobre docel. Internamente agradecía el que nunca se acostó con él.
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¿Quién es el padre de mi hijo?
FanfictionUna tragedia familiar y una noche sin recuerdos se unieron en el mismo día para cambiar su vida. Durante seis años, Furihata Kōki se planteaba una sola pregunta: ¿Quién es el padre de mi hijo? Ahora, había alguien que se decía ser el padre de su h...