¿Quién es el padre de mi hijo?

Mis hijos

Último capítulo

Se encontraban dos jóvenes en una biblioteca buscando un libro de leyes muy antiguo, perteneciente a su fallecido abuelo.

El menor de los jóvenes era un joven docel pelirrojo de cabello largo y contaba con 15 años de edad; físicamente era idéntico a su padre Akashi Seijūrō pero su personalidad era la de Kōko Furihata. -¿Por qué tengo que hacer esto?- preguntó con un mohín.

-Porque soy tú hermano mayor- respondió. Seiko Akashi de 21 años de edad y estudiaba leyes.

-Sei-nii, eso no tiene importancia- dijo soltando un libro.

-Regrésalo a su lugar. Papá se enojará- advirtió a su hermano menor.

-Ughhh te odio- dijo colocando el libro en su lugar, pero a la hora de hacerlo golpeó otros libros y terminó tirándolos. Se colocó en cuclillas y apiló los libros, levantó el último y de él unas hojas se cayeron. Tomo las hojas y con curiosidad comenzó a leerlas, pues era raro que su padre dejará algo entre los libros, conformé leía su rostro se deformaba gestos de sorpresa, incredulidad al llanto -Esto no puede ser cierto ¿Esto es mentira verdad Sei-nii?- dijo temblando.

-¿De qué hablas Kō?- se aproximó y noto las lágrimas de su hermano. Tomó las hojas y su rostro se deformó. ¡Imposible! Su padre no pudo haber... El recuerdo de sus padres peleando el primera vez que fueron a la cancha y el haber ido al hospital llegaron a su mente junto con su papá llorando diciéndole que haría lo que fuera para no perderlo.
El llanto de su hermano lo trajo a la realidad y lo ayudó a levantarse.

-Papá no pudo hacerle eso a papi- dijo llorando mientras se aferraba a la cintura de su hermano.

-No sé...- respondió acariciándole el cabello. Decidido y enojado, sacó a su hermano de la biblioteca y esperaron en la sala. Sus padres no tardarían en llegar y, mientras tanto, trataría de calmar a su hermano. -Calma, Kō- dijo frotándole la espalda.

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-¿Vas a regresar a la empresa?- cuestionó Kōki a su esposo.

-No, deje el día libre para hoy- dijo mientras conducía a su casa.

-Papá gracias por acompañarnos- dijo un pequeño desde la parte trasera del auto.

-Nada de gracias, jamás me lo perdería- respondió sonriendo -No todos los días mis hijos son avanzados de grados. Estoy orgulloso de ti, Shiomi.

El rubor en el pequeño se instaló en sus mejillas. Shiomi Akashi, un pequeño docel de 9 años de edad. Su cabello era castaño y tenía un mechón rojo detrás de su oreja; sus ojos era idénticos a los de Seiko.

-Aww tan lindo- dijo Kōki sonriendo al ver a su hijo menor avergonzado.

-¿Por qué Sei-nii y Kō-nii no vinieron?- pregunto algo triste.

-Seiko tiene que entregar un trabajo mañana y necesita unos libros, se quedaron buscándolos y por eso no pudieron acompañarnos. Sabes que ellos harán lo que quieras para enmendarlo- dijo Kōki.

-Ya sé que voy a querer- dijo sonriendo.

Seijūrō y Kōki rieron por lo que les esperaba a sus hijos mayores.

A la distancia vieron la mansión y pasaron a través del portón eléctrico. Al estacionarse bajaron del auto y entraron a la casa.

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-¿Qué tienes?- cuestionó Kōki corriendo al lado de Kō, quién estaba llorando.

-Papi- dijo y se abrazó a su padre. El llanto aumentó y Seijūrō se aproximó preocupado.