Capítulo 3.

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Como era de costumbre, me levanté pronto para ir al instituto, pero al levantarme me pesaban las piernas más de lo normal y me dolía la cabeza, no le di importancia, me preparé y me fui.
En clase me empecé a marear y no podía concentrarme en nada, ni si quiera en mis pensamientos. Se me hizo demasiado larga la clase, hasta que el suelo se puso a temblar, ninguno de mis compañeros se inmutaba, sin embargo yo estaba aterrada. Las luces parpadeaban y las persianas se habían bajado, ¿sería un terremoto? Volví a mirar a mis compañeros, pero no estaban, me encontraba en una oscura aula de segundo, de repente noté que mis pies ya no tocaban el suelo y alguien vestido de negro apareció de la nada, no podía reconocer su cara porque la tenía cubierta por una gran capucha
-¡LUCHA!- Grito con una voz potente y sonora -¡LUCHA!
-Pero...-
-¡No puedes por una vez servir para algo en la vida!
-¿Quien eres?- Pregunte temblorosa.
-¡Acaso no lo sabes!- Me dijo entre carcajadas - Me has creado tu.
-¡Como!-
-Soy la realidad de la imaginación -
-Pero tu...¿eres real?-
-Y tu ¿ERES REAL?-
-...-
-¡LUCHA!- Repitió por tercera vez.
De repente apareció delante mio una gran espada negra, la agarré y caí al suelo.
- Pero yo no sé luchar -
-¡Claro que sabes!- Movió una mano que hizo que yo saliera volando y me chocara contra la pared. Me levanté lentamente porque me dolía la espalda, agarré la espada y me lance rápidamente contra el, intente darle con la espada, pero el se defendió sin ningún esfuerzo y me mandó de nuevo contra la pared. Esta vez me hizo mucho más daño, sin perder la esperanza intente atacarle otra vez, me dio con la espada en el brazo pero no me hizo mucho daño porque puede escapar.
Por un momento pensé que iba a morir allí, pero de repente el hombre empezó a desintegrarse, yo me asusté me eché para atrás. La habitación se llenó de luz y por la ventana apareció una mujer hermosa...

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