- Auch... mi cabeza – acariciaba el confundido y atarantado joven mientras de su cama se levantaba para iniciar un nuevo día, - Un momento... (Reflexionaba el chico) ¿Qué fue lo de anoche...? Todo eso de Chronos y las almas puras... ¡PFS!... vaya sueño más loco que tuve – concluía Kevin mientras preparaba su desayuno y, en pensamientos, planeaba su día. – Debería ir a ver a Caro hoy, me pregunto si ya mejoro desde su ataque de convulsión... demonios, enserio quisiera ayudarle – se lamentaba mientras buscaba sus llaves para abrir la puerta frontal de su apartamento.
Mientras buscaba en un pequeño cajón donde suele poner este tipo de cosas pequeñas, noto que su mano se había enredado en lo que parecía una cuerda, luego sintió que no se trataba de tela, si no de algún metal, parecía una cadena, decidió sacarlo suavemente, solo para tener la sorpresa que se trataba del "Reestabilizador", objeto y collar anteriormente proporcionado por Chronos, ¿Pero cómo era esto posible? ¿Acaso no había sido solo un sueño?, preguntas como estas se le venían a la cabeza al trigueño, pero una idea superior lo invadía, y es que si Chronos decía la verdad, con esto podía salvar a Caro.
El chico recordaba cuales eran los requisitos que debía cumplir, siendo el primero que Caro tuviera puesto el collar. Ni lento ni perezoso salió corriendo inmediatamente al hospital, ni siquiera termino de ordenar su hogar.
- Te salvare Caro – se repetía animado el joven mientras corría a toda velocidad por la calle principal hacia el hospital Guandique, - Finalmente, todo será como antes – por su alegría, la cual le impedía sentirse cansado de tan larga carrera, no noto que una señorita vestida como trabajadora del puesto de Nachos favoritos de Caro iba pasando justo delante de él, aunque la dama noto a Kevin, este ya estaba demasiado cerca, y su impacto fue inminente. El gran choque hizo que ambos cayeran, pero Kevin se levantó sin perder los ánimos, - Lo siento – dirigió a la caída chica, y prosiguió con su carrera, la joven, por su parte, levanto la vista para ver la cara de quien la había impactado antes que este saliese corriendo, cara que la impresiono mucho e impactada se levantó del suelo, soltando en un débil susurro para sí misma: - ¿Cerna?... ¿Kevin... Cerna? -.
Kevin era imparable, ¡Si hasta las luces rojas del semáforo se pasaba, esquivando cada vehículo!, no había duda, quería llegar al hospital, pero una vez más su camino se vería interferido cuando accidentalmente su pierna tropezó con... ¿carne? Si, carne, se trataba de un pobre y desdichado vago quien descansaba a la sombra de un pequeño árbol, - ¡AHAHAHAHAH! – gritó asustado y adolorido el pobre mendigo, por lo que Kevin si decidió detenerse y disculparse, mientras un perro callejero le ladraba desde atrás, - Discúlpeme, se lo imploro... es mas (Sacándose 10 dólares de su billetera) tomé, disculpe mi acto... y por favor calle a este perro – suplicaba el muchacho, - Mmm... está bien, de hecho, si vas a darme 10 dólares cada vez que me pateas, si quieres soy tu pelota de football – Sonreía el anciano y agradable sujeto que se encontraba con la mano en el estómago, - Tufi, ven aquí y deja al caballero – le indicaba el vago al perro. Kevin le agradeció, y continuo con su apresurada carrera, - Parece buen muchacho, no sé porque corre, pero ojala Dios lo proteja – bendecía el anciano al corredor mientras se acomodaba de nuevo al suelo junto a su perro.
Finalmente Kevin llego al hospital, realizo todo lo que debía realizar para que se le autorizada ver a su amada, y una vez se encontraba ante la puerta de entrada de la habitación de su novia, inhalo hondo, y soltó el aire susurrando: - Le diré que es un regalo de aniversario, así nada será sospechoso y no deberé contarle nada – Entró de una vez por todas a la recamara, para volver a ver aquellos hermosos ojos de su amada, quien lo miraba llena de amor puro. - ¡Amor!, ¡Que sorpresa! – se alegraba Caro mientras Kevin se le acercaba para abrazarla y besarla, - Por cierto, gracias por el brazalete amor, me gusta mucho – agradecía la muchacha, pero esto sorprendió al joven, - ¿Qué brazalete? – interrogaba el chico, - Bueno, tu sabes... ¿No me lo enviaste tú?... bueno... hoy que desperté apareció una pequeña cajita en la mesita, con una notita que decía "Para la mujer más bella que este mundo haya visto", supuse que tú me lo habías enviado – Aseguraba la hermosa dama, achicándose un poco ante la vergüenza. Kevin de inmediato sintió celos, pero en parte lo comprendía, Caro es alguien muy bonita, no es de sorprenderse que tenga admiradores secretos, y aún más, que intenten aprovecharse de la situación para conquistarle, - ¿Puedo ver ese brazalete Caro? – preguntaba seriamente Kevin, a lo que la chica se lo mostro; era un brazalete un tanto raro, era como los típicos brazaletes con puas de los rockeros, bueno, al menos en lo que se parecían es que ambos eran anchos, hechos de cuero y de color negro, pero este solo poseía siete puas, y la punta de cada púa tenía un circulito de color rojo y en los espacio que había entre púa y púa habían corazones carmesí adornando. A Kevin esto no le parecía un regalo "bonito", pero a su novia, que disfrutaba de bandas de Rock, este era un gran regalo, sabiendo que le gustaba Kevin le permitió quedárselo, pese a los celos que le traía.
- Pero amor... – interrumpía el joven a la mujer que admiraba su brazalete, - Aun no te muestro mi regalo para ti – sonreía pícaramente el pelinegro, mientras le mostraba el collar del Reestabilizador, pero se lo presentaba como un collar común y corriente, - Amor... - se sorprendía Caro - ¡Me encanta!, anda, pónmelo por favor – le pedía la alegre chica a Kevin, - El único trato para que te lo ponga, es que prometas que nunca te lo quitaras – indicaba alegre y juguetonamente el novio, a lo que la chica acepto.
El resto del día la pasaron jugando, bromeando, amándose como la pareja que conformaban; pero Kevin sabía que ya había cumplido dos de los tres requisitos... ahora solo quedaba uno.
Ya más tarde, la hora de las visitas acabó, y Kevin tuvo que retirarse a su casa, no sin antes volver a pasar y saludar al vago. Al llegar a su casa, sonrió, sentía que finalmente Caro se salvaría, pero su alegría no duraría mucho. – Veo que ya le diste el collar, y aseguraste que no se lo quitara mediante una patética promesa que ella, por lo enamorada que esta, seguramente cumplirá – Se escuchó una voz proveniente de atrás de Kevin mientras este apenas entraba a su recamara para prepararse para dormir, al darse la vuelta vio una vez más a aquel horripilante ser de nombre Chronos, sin embargo esta vez no tenía miedo, es más, se encontraba decidido puesto que sabía cuál era el tercer requisito. – Al grano Chronos... dime a quien le debo quitar el alma, ¿A un sacerdote?, ¿Una monjita? – preguntaba el valiente muchacho, - No temo matar a esas personas por mi amada, además que no las conozco, así que no tendré resentimiento alguno (Continuaba hablando decidido), solo debo crear el crimen perfecto o fingir un accidente, será fácil, siempre fui el más listo de mi clase de Bachierato, así que dime de una maldita vez, ¿A quién quieres que mate? -.
Chronos, diferente a la reacción que el joven esperaba, hecho a reír, y reía mucho, mientras sacaba un Aspiralma y entregándosela a Kevin sin parar de reír, - Antes aclaremos algo, (Hablaba difícilmente por la risa el tenebroso ser) solo tendrás tres días para deshacerte de este sujeto, si no lo logras, el trato queda cancelado – detallaba Chronos, lo que hizo que el decidido muchacho afirmara con la cabeza... - Muy bien valiente enamorado... esta es tu primera víctima – Chronos empezó a mover las manos, y de estas salía humo, y del humo se podía distinguir un rostro que señalaba a la primera víctima... rostro, que dejo impactado a Kevin al reconocer de quien se trataba.
- Pe... pero... - tartamudeaba el chico, - Debes de estar bromeando... ¿Por qué él? -
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Déjame Morir
ActionEl amor, sentimiento hermoso de expresión de cariño y afecto hacia otra persona, mayormente del genero opuesto. El amor nos hace ser más compasivos, más buenos, más felices, y a cometer grandes locuras... pero... ¿Qué estas dispuesto a hacer por la...