ECUACIONES
❀Las clases habían terminado hace un rato, pero la profesora de matemáticas de Peter le había pedido si se podría pasar por su seminario a la hora de salida, y mirando sus manos algo nervioso se dirigía a tal clase sin saber la razón de aquella repentina reunión.
Ya en frente de la puerta del seminario, Peter petó dos veces y un ligero "adelante" le permitió pasar. Se sentó en la única silla que había y miró fijamente a su profesora.
—Menos mal que ha venido Sr. Parker —suspiró—. El tema sobre el que le quería hablar incluye a una estudiante mía... —Peter frunció el ceño—, la Srta. (T/N) (T/A), va muy mal en nuestra materia y el seminario de matemáticas cree que si usted le puede ayudar, ella logrará ser una estudiante de 10 al igual que usted —finalizó.
Peter sonrió tímidamente. Te conocía, eras su compañera en literatura y siempre le habías llamado la atención. Le fascinaba lo mucho que sabías sobre literatura de diferentes regiones y todas las obras y escritores que podías llegar a conocer. Así que contento, Peter aceptó.
[...]
La profesora miró hacia todos lados buscándote con la mirada mientras los demás hacían los ejercicios mandados—. ¿Alguien sabe dónde-? —fue interrumpida por el sonido de la puerta.
—¡Lo siento! —entraste disparada a la clase mientras todos te miraban.
—Llega tarde —apostilló la profesora cruzada de brazos—. Siéntese.
Algo avergonzada caminaste hacia tu sitio con la mirada curiosa de Peter en ti sin que tú ni lo notaras. Como siempre.
—(T/N), como los profesores en general hemos estado viendo que el problema de sus notas son las matemáticas, desde hoy va a tener un tutor, que le ayudará a sacar sus estudios adelante —te informó mientras te sentaba en tu silla.
—¡Oh, venga ya! Mis notas son de media de notable menos en matemáticas, no podéis obligarme a tener que soportar a un aburrido sabiondo de las mates durante mi tiempo libre, me niego —te quejaste.
—Peter Parker será su tutor —reveló tu profesora mientras sentías todos los pelos de tus brazos poniéndose de punta al darte cuenta de lo que habías dicho.
Peter era el típico chico que se relaciona con el número justo de personas en las que confía y es algo tímido en cuanto a ampliar su círculo de amistades. Lo admirabas mucho pero no solamente por su media de matrícula de honor. Así que no te pareció tan mala idea que fuera tu tutor.
—De acuerdo —aceptaste igualmente algo fastidiada dirigiendo tus ojos hacia Parker—. Peter —atrajiste su tímida mirada—, por lo menos tú no eres un sabelotodo aburrido, creo que me vas a poder ayudar. ¿Hoy a las 18:00 p.m. en tu casa?
Peter te miró y sonrió—. Claro.
[...]
—Y por eso mismo la incógnita vale 18 —te explicó mientras escribía la respuesta—. ¿Lo entiendes? —te preguntó sonriente jugando con el lápiz.
—¡Sí! ¡Lo entiendo! —exclamaste emocionada saltando de tu sillón—. ¡Gracias, gracias, gracias, gracias! —lo abrazaste con fuerza.
Al separarte notaste sus gafas levemente giradas hacia abajo y sus mejillas algo rojizas, haciendo que el calor subiera también a las tuyas.
—B-bueno... me tengo que ir. Gracias de nuevo, hasta mañana, Pete —te despediste con la mano mientras salías por la puerta.
—Adiós —repitió él.
Al segundo de tú cerrar la puerta, un impulso hizo que Peter cogiera rápidamente su chaqueta y saliera detrás tuya con el miedo de que te fuera a pasar algo por las calles de Nueva York a tales horas. Te estuvo siguiendo durante todo el camino hasta llegar a tu apartamento, frenando en la esquina de al lado de este.
Peter estaba dispuesto a irse sabiendo que estabas bien, pero paró cuando vio la luz de tu habitación encendida desde la acera y a ti dentro de esta misma mientras dejabas tu mochila encima del escritorio.
Queriendo bajar la persiana de la ventana por la que Peter te estaba viendo, te acercaste a ella y lo localizadte mirándote desde la carretera. Confundida abriste el marco y lo miraste.
—¿Qué haces aquí? ¿Me has estado siguiendo? —preguntaste divertida alzando algo la voz para que te escuchara desde el 2º piso en el que vivías.
—Quería estar seguro de que llegaras sana y salva a tu casa, por desgracia estas horas son peligrosas para una chica que está caminando sola por las calles de la gran manzana —confesó y lo miraste con ternura.
—Nos vemos mañana, Pete —te despediste sonriendo ampliamente mientras cerrabas la ventana.
Peter rió inconscientemente y dió un pequeño salto de felicidad, le habías hecho feliz.
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❀marvel one shots!❀ (abierto)
Fanfictionone shots de todos los personajes y actores de marvel!