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—(T/N) puedes contármelo todo. Sabes que te apoyaría en lo que fuera —Charles decía mientras intentaba descubrir, a través de tus propias palabras, por qué estabas tan despistada estas últimas semanas.
—No es nada en lo que me tengas que apoyar, es una tontería solo que estoy confusa en cuánto a ello. ¡Me da mucha vergüenza! Me siento como una niña pequeña —te avergonzaste.
—Sí tan tontería es yo creo que seré capaz de ayudarte, venga no me hagas meterme en tu cabeza — te retó Charles, confiado de que fueras a confesar su amor por él.
—¡Ni se te ocurra meterte en mi mente! Recuerda nuestro trato —lo señalaste y el asintió soltando una pequeña risa—. Vale te lo contaré —cogiste aire por la boca cerrando los ojos—. Creo que estoy enamorada de Erik —soltaste rápidamente de sopetón.
—¿De Erik? —repitió él atónito mientras movía sus manos nervioso—. Lo mejor será que se lo confieses cuanto antes, últimamente no para de pensar en ti siempre —dijo la verdad mientras intentaba sonreírte.
—¿En serio? —Charles movió la cabeza de arriba a abajo—. Entonces creo que tengo cosas que hacer, muchísimas gracias Charles, no sé que haría sin ti, de verdad —lo abrazaste muy fuerte para después correr disparada a buscar a Lehnsherr.
Charles te observaba correr hacia lo que sería el hombre al que querías, dándose cuenta de que él fue demasiado cobarde como para nunca admitir lo que sentía hacia ti. (GIF)
