Creo que tengo de lo que ustedes están buscando- Dijo el viejo sabio mientras se agachaba arqueando su espalda para buscar uno de sus antiguos libros de brujería que tenía sobre los últimos estantes de su biblioteca.
¡¡Por todos mis sapos!! ¡¡¡¡uy!!!! ¡¡¡que gran cantidad de polvo por Díos!! en fín dejemos de que nuestra empleada Irma limpie esos libritos- Arguió con un tono de voz de sereno mientras El añejo sabio intentaba correr un poco con sus ambas manos el polvo para poder agarrarla el libro que estaba al fondo de la repisa y Mientras la empleada doméstica, de un metro ochenta y dos, de una cabellera larga rubia ondulada al estilo del corte carré, lo observaba con sus propios ojos hacia los ojos de su mandamás enfadada.
¡¡¡Ay señor!!! jajajajaja, que exagerado es usted, ¡¡No es para tanto!!!- Sonrió la empleada doméstica del senil erudito mientras se reía a carcajadas con su tono de voz de aguda mientras comenzaba a sacar de a uno cada libro qu tenía en cada estante de la biblioteca de su patrón para poder limpiarols.