I.

328 15 7
                                    

Bajando por la cuadra, hay un lugar adueñado de un hombre que tiene ojos para aquellas de 18, las prende y abandona como un juguete. Iba pasando por las calles, solo para saber si algo en realidad llamaba la atención, justo como el mundo grita, llegué a dejarlo observar cada centímetro mío y lo tenía atrapado entre mis labios, pasé todas y cada una de las mañanas durante 3 meses, e iba "decidida a hablarle", todo volteo papeles cuando el que habló primero fue el.

-"Te veo pasearte todas las mañanas, me preguntaba ¿Qué hacía alguien que parece poder romperse con un simple toque por estos lugares?"- Su voz era cálida, sin necesidad de tener que intentar hablar más fuerte, en sí su voz tenía su propia claridad.
-"Soy una maravilla, soy de estar una noche, sin pertenecer a un lugar, sin pertenecer a un hombre"- Solté.
-"Pongamos un poco de licor en tus labios, porque me generas una tormenta, siendo la violencia de mi gigante lluvia, como un huracán"- Cada una de sus palabras salió como si supiera que no habría un no por respuesta, no respondí.-"Vamos, sálvame de lo que me convierto".-
-"Es tarde para ello, no te conozco, no pienso conocerte, no tienes remedio"- Terca, pero no puedo dejar que alguien me intente quitar la poca fuerza que tengo.

Antes de que intentara responder, caminé lo más rápido que pude hacia mi destino, alejándome de el, creyendo que era para siempre, esperanzada de no reencontrarlo, ni en caminos cruzados, sabiendo aún de el siendo un universitario, un senior.

Entré en mi aula, teniendo la cabeza llena de preguntas como "¿Por qué pensé que el llegaría a querer algo serio?" Me siento estúpida, ¿Alguien como el rogándome que le salvara?, pude haber dicho que sí, pero me interesa saber más mis grados que alguien. Saqué uno de mis cuadernos, comencé a escribir lo que había en el pizarrón, nisiquiera eso me ayudaría a sacarme a este "fuckboy", no llegué ni a conocer su nombre, no llegó ni a conocer el mío. Cerré la libreta de un golpe cuando me percaté de que la primera hora había acabado, no presté atención, usual. Levante todo lo que me pertenecía, junto con una pequeña nota debajo de mi silla.

"Mi querido huracán, violencia en mi lluvia, sé que puedes intentar salvarme, vamos, reconstruye lo que soy, antes de que enloquezca

-J."

Y bueno, corto porque sin nombre para ella. Primer historia, con miedo a ser ignorada, ah. Hola Majo, hola Nat, adiós(?.

Ghost.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora