I pt. 2.

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-¿J? ¿Me conoce una mañana y ya empieza a mandar "notitas" inútiles como si acaso estuviera mal de la cabeza?- dije para mi misma.

Salí del aula y tiré la hoja al cesto de basura. Agobiada entré a lo que sería mi segunda hora, afortunadamente Mag me avisó que la profesora había olvidado lo que trabajaríamos hoy, resultado: Nisiquiera había tomado lista aún. Tome una silla, me senté, saqué un cuaderno de una clase cualquiera y comencé a dibujar garabatos en lo que llegaba la maestra.

Unos pocos minutos más tarde, la señora Mildred, una mujer de supuestamente 40 años, con un rojo artificial, pareciera que nunca encontró a alguien que la amara o alguien a quien amar, y también parece que si lo llegó a encotrar no supo hacer como no perderlo.

Nos entregó cuadernillos a todos y cada uno de los integrantes del grupo, sin explicar lo que haríamos, ni como lo haríamos, pero lo teníamos que entregar, tedioso.

Transcurren las clases, una cada vez más aburrida que la otra. El final de la hora laboral terminó.

Decidida caminé por el lugar favorito de el famoso "J", el lugar donde decidió ser el quien hable, mala desición, no había rastro de el, pero aún así decidí esperar un poco.

-"Vaya, mira, mi querido huracán, andando de nuevo por aquí, me alegra saber que estás aquí por mi"- esbozó una gran sonrisa.
-"No te alegres tanto"- dije- "Que solo vine para preguntar el motivo de tu nota."
-"¿Nota? No se de que hablas, mi bello huracán."- dijo como si no tuviera ni una pizca de mentira en la boca.
-"Ahí esta, el huracán, la carta decía algo sobre un huracán, tu me dices así"- No creo que no haya sido el.
-"Por favor, cariño, soy demasiado inocente para niñadas como esa"- ¿Por qué hasta cuando sé que miente logra derretirte con una mirada?
-Entonces el jodido huracán eres tú- ¿Acaso me molesta que no acepte el hecho de que el escribió la nota?
-No eres la indicada para decir algo así, yo sé que estás tan loca cómo yo, yo sé que tienes el mismo miedo cómo yo, sé que usarías una factura de el agua para borrar manchas cómo yo- Habló claro.
-Vives en una pantalla- diablos, mi enojo enfloreció.
-Y tu tienes una baja autoestima como para nunca tomar la iniciativa, como si no fueras un humano, como si funcionaras a base de gasolina, con un corazón de oro- Ni un poco de maldad en su habla.
-Y mis manos son frías- Espera, ¿Qué?, no le sigas la corriente Avery, no le des la palabra.

Corrí, lo más rápido que pude sin mirar atrás, demonios, maté todo con darle la razón, debía yo darle la contraria, no hacerlo sentirse como un ganador.
Al llegar a casa, no salude ni a mi madre ni a mi padre, entré a mi habitación sin hacer ruido alguno. Saqué los deberes, para encontrarme con otra nota, ¿Por qué no me sorprende?

"Esto no es un sueño, eres como una máquina, sin rastro de ser humano en ti, pero, ¿La gente cotillea sobre como desperdicias tu hermosa cara como lo hacen conmigo?, pero ¿Soy yo un huracán como tu?, con tu sonrisa perfecta, pero una vida en cuadros, y una baja autoestima...
-Ja"

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Buenas, hoy traigo la segunda parte de 3, hola Nat, hola Majo, again, bye🌚.

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