II. pt 3

35 2 1
                                    

"Encontré a Dios, y lo encontre en un amante"
Nublada, así estoy, normalmente puedo ser buena con escritos dolorosos, pero no sobre amores apasionados, maldigo el momento en el que el profesor Fedrick nos dejó esto.

Supongo que podría ir dónde Jacob, pero estoy segura de que no valdría la pena.

"Vamos Avery, ¿Qué te toma? Demonios, ustedes se desean, no pierdes ni un poco llendo dónde él" repetía mi cabeza.

Bien, lo haré, sólo porque necesito pasar esta clase. Tomé mi suéter, mis audífonos y mi teléfono. Salí de la casa escuchando "Dance, Dance" de Fall Out Boy, y comencé a caminar lo más rápido posible.

10:37 pm+ una chica inútil que desconoce de cómo hacer un trabajo para el día siguiente+ calles solas y tristes= posibles violaciones, robos o muertes, claro, todos hacia mi.

Llegué a la casa de Jacob, iba a tocar la puerta cuando un hombre más o menos de 1.70 m, llegando a la calvicie, claramente mayor de 40, barbudo y jodidamente borracho salió.

-¿Eres una de las gemelas que pedí? Porque debías esperar dentro del taxi, aunque, ¡no me importaría follarte en frente de mi estúpida esposa!- dijo e hice una mueca demostrando asco.
-Ugh, papá, lárgate ahora- Soltó la ya conocida rubia, Morgana. El señor termino llendose, dejandome con Morgana en un momento incómodo- ¿Qué quieres nenita?.
-Necesito hablar con tu hermano- sonreí incómoda.
-No está- dijo burlona. Bufé
-Vale, vale, Morgue, yo me puedo encargar desde aquí- dijo el en las escaleras. Morgana sólo rió y subió.
-Realmente dominas a todas, Vesper
-Oh no es cierto, no te he conseguido a ti, y es lo único que quiero- dijo mientras bajaba las escaleras hasta llegar a mi.
-Bien, necesito tu ayuda- suspiré
El rió- realmente no puedes vivir sin mi, Luann.
-Ni tú sin mi, Vesper
-Eso no puedo negarlo.

Sonrió y tomó mi mano. Entré en la casa, un estilo Victoriano estaba en ella, de verdad era hermosa, era como si se pudiera hacer una oración por cada uno de los pecados que se viven aquí, los compromisos, las desgracias. Subí con el hasta su habitación, entré a ella y me tire en su cama como instinto.

-Y bien, ¿Para qué me necesitas? A demás de hacerlo para vivir.
Reí- sonará tonto, pero tengo que hacer una tarea sobre poesías, o algo así.
-Eso puedes hacerlo tú sola- dijo serio.
-Lo sé, sé que tienes que pagar tus crimenes y que no tienes tiempo para los míos, pero por favor, seré muy estúpida si no pago este precio
El bufó- ¿Qué tienes en mente?

Sonreí amplio- Diablos, esto será muy vergonzoso. "Encontré a Dios, y lo encontré en un amante, con su cabello que cae por su cara, con sus frías y temblorosas manos."

-Me gusta, pero, ¿Por qué no le agregamos un Diablo?- lo miré confusa- Sí. "Encontré a el Diablo, y lo encontré en un amante, con sus labios como tangerinas, y un código colorido que habla"
Sonreí- eso es perfecto.

Estuvimos cerca de 2 horas escribiendo, yo sentada, el recostado con su cabeza en mis piernas, sus educados ojos mirandome, presiento que este pequeño escrito es sobre el.

-Oh vaya, 2:58 am- dijo suspirando
-Debería irme- me levanté
Tomó mi mano- quedate, no es exactamente un cuarto de hotel con demonios jugando, en realidad eso sería divertido de ver, pero no pienso dejarte ir en estas horas, o nunca.
Sonreí- Está bien, una noche no hará daño.

Seguramente se preguntarán que pasó con lo anterior, eso lo verán pronto.





Ghost.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora