Capítulo 4

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Me despertó la alarma, me vestí con una remera negra, con un estampado blanco que decia "Runaway", unos jeans negros y exactamente a las 8, después de ver que no haya despertado a nadie, abrí la puerta con mucho cuidado y me fui a la Plaza Gn Albir.

La plaza quedaba a 5 cuadras, pero parecieron miles, solo pensando que podía ser y a donde iba yo, también con quién iba a hablar, muchas preguntas. La calle estaba desierta, igual que mi mente.

Después de caminar y pensar, llegué a la plaza, me senté frente al lago, la plaza también estaba vacía, solo había algunas palomas y algunos patos nadando. Encontré un gatito que estaba jugueteando con una mariposa y lo empecé a acariciar. En eso me tocan el hombro, me doy la vuelta y era una persona adulta, encapuchada con una campera negra, no le pude ver la cara, pero estaba muy asustado.

-...¿Subibaja?..- dije

La persona se saco la capucha que le tapaba la cara y pude ver una mujer, pelo oscuro, de unos 30 años supongo, piel bastante pálida.

-Sí, yo soy Maria- dijo esta persona.

-Imposible, Maria era rubia y era una niña pequeña.

-Solo en tus "alucinaciones", cree ese cuerpo falso para pasar oculta ante los detectives

-No te creo, comprobalo..

-Dame la mano entonces- dijo.

Le dí la mano y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, no porque sus manos sean frías, fue raro.

-Verdad que eres tu. Confio- le dije.

-Y tu en verdad eres quien pienso, Matias. Tu tienes una habilidad que casi nadie la tiene, y las has desarrollado muy rápido.

-Espera, ¿qué es eso?- pregunté.

Había un auto blanco andando por toda la plaza, arroyando árboles, fuentes y bancos.

-Creo que se..

-El gobierno, ¡corre!- gritó y empecé a perseguirla a donde iba.

AlucinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora