CAPITULO 7: DESTINOS CRUZADOS

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Darian regresó a casa de Caleb, al menos para poder hacer de nuevo las maletas con sus escasas posesiones. Nada más llegar subió al cuarto de arriba y abrió la maleta para empezar a meter la ropa en el interior. Su joven amigo le observaba con cierta extrañeza por su nuevo comportamiento hasta que se lanza a preguntarle.

— ¿Qué estás haciendo?

El menor de los dos permaneció en silencio sin dejar de recoger sus cosas en la maleta. Rápidamente pasó por el lado de Caleb, pasando de largo de él para irse hacia el baño a por algunas de sus cosas de aseo. El mayor permaneció esperando allí de pie con los brazos cruzados por delante del pecho hasta que el contrario regresó con más de sus cosas para llevarlas también al interior de la maleta.

— ¡Darian, ¿quieres responderme?! — comenzaba a ponerse nervioso y el chico no parecía querer contestarle—

— He decidido irme a vivir con alguien más. — se dignó a contestarle en voz baja, como si dudase de si debía decírselo —

— ¿De quién? — decidió aprovechar que se soltaba de la lengua para sacarle más información —

— No le conoces Caleb...

— ¿No me digas? Déjame acertar...

El menor mientras doblaba una de sus camisetas, observó al contrario por el rabillo del ojo, deseando desde el fondo que su amigo no se diese cuenta de sus pensamientos. Pero justo como temía, se equivocó de nuevo.

— ¿Es ese tipo que te habló durante el... — se silenció por unos segundos, pensando en la palabra perfecta para la ocasión — tu ya me entiendes.

— No... es un amigo de la universidad... — mintió a sabiendas de que no se lo creería—

Caleb observó detenidamente al menor como si pudiese leer a través de él. El chico desvió la mirada cuando sus ojos se cruzaron con los suyos, y enseguida supo que le estaba mintiendo.

— Mentiroso.

Darian se encogió de hombros, como si le restase importancia al asunto. A esas alturas y a su edad, él era el menos indicado para recomendarle lo que debía o no debía hacer, ese era trabajo de sus padres, y ellos ahora ya no estaban.

Cuando terminó de recoger todas sus cosas en una pequeña maleta, agarró la laptop y la guardó debidamente en la mochila para después colgársela del hombro. Arrastró la maleta consigo a lo largo del dormitorio, esquivando a su compañero de universidad como si no estuviese allí.

Caleb le seguía por la casa llamándole incesantemente por su nombre, intentando hacerle recapacitar pero sin conseguir alcanzar su meta.

Finalmente justo cuando se ocupaba de abrir la puerta que daba con la salida a la calle, el castaño empujó la puerta justo delante de Darian, impidiéndole salir. El menor se giró en dirección a su amigo, observándole con el ceño fruncido.

— ¡¿Qué crees que haces?! — pero el rostro enfadado de Darian, enseguida cambió a una expresión mucho más suave cuando se fijó en que su amigo lo observaba fijamente con la mirada seria. Realmente estaba preocupado por él y eso le dolía aún más.—

— Darian, por favor...

— No me mires de esa forma, Caleb. — el menor de los dos desvió la mirada rápidamente pero el contrario seguía observándole de la misma forma, tanto que parecía que le atravesaría solo con mirarle—

— ¿Estás haciendo esto por ti o por nosotros? — Caleb podía ser muy sagaz cuando se lo proponía—

— Yo... creo que lo hago por vosotros... pero también por mí. Sólo... tengo miedo.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2018 ⏰

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Course to Damnation (Gay/YAOI) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora