Las Locuras de Layla Brooks Deseando a un Vampiro

CAPITULO 6

Sonrisa Picara de Duncan

¡¡¡¡SORPRESA!!! Como estoy inspirada le traje otro capitulo mas. Asi seguidito y calientito para que lo disfruten.

voten si le gusto y comenten si tienen dudas o si algo le llamo la antencion del capitulo. 

Yeniker ⊱✿◕‿◕✿⊰

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Recuerdo que una vez cuando era niña mis padres, me hablaron que en este mundo existían seres sobrenaturales, seres que poseían fuerza, poder, agilidad y magia. Pero me advirtieron específicamente de una de ellas y eran los Vampiros, la cual debería de cuidarme y nunca acércame a ellos. En ese tiempo solo creía que era un cuento que me estaban contando y después con el tiempo solo olvide.

Pero ahora que lo estoy presenciando directamente, confirmo que es cierto lo que me dijeron mis padres.

¡Esperen! Si todos los que están aquí son vampiro.

Entonces... Dirijo la mirada a Duncan y él me regala una sonrisa amplia, donde puedo ver sus colmillos.

¡Oh no!

—¡¡No!! —gimoteo y me separo de él retrocediendo mucho pasos hacia atrás, permitiendo que él se levantara. ¿Por qué? ¿Explíqueme porque? ¿Por qué tiene ser también un vampiro? Sin embargo, viéndolo por el lado bueno es uno muy atractivo No, no, no y si me chupa la sangre, aunque también podría intentarlo a ver si me gusta No, no, no, eso tampoco y si me mata, pero puedo morir feliz, si me regala otra de su sonrisa.

¡Ah! Mi mente está en un conflicto en este momento la parte racional que me dice que me aleje y la parte pervertida, que quiere que haga, lo que desee Duncan conmigo.

El solo está ahí parado tranquilamente, esperando mi reacción.

—Todo eso es tu culpa —espeto. Por su culpa mi mente no termina de ponerse de acuerdo.

—No quiero que nadie se entrometa —avisa. Los guardias se relajan al ver que el está bien. Por cierto la vestimenta de esta persona es algo rara a excepción de Duncan, su hermano y el jefecito que poseen traje de etiqueta de tres pieza de color negro y variando sus colores, todos los demás tienen unas armaduras o chaleco de color parecido al marón, además de unas botas que llegan casi hasta la rodilla y unos protectores en los antebrazos.

El se acerca hasta donde estoy, todavía con esa estúpida sonrisa, que ahora me provoca quitársela.

—No te acerque —Levanto mi espada, en señal de que en cualquier momento lo puedo atacar, pero a él no le importa y de repente lo tengo a un solo paso de mi ¿Cómo llego tan rápido? Si habían como dos metros de distancia. Cierto se me olvidaba que es vampiro.

Posa una mano sobre mi hombro y la otra debajo de mi nuca, haciendo que abaje la espada y atrayéndome cerca de él. ¿Qué me está pasando?, mi cuerpo no reacciona. Siento su respiración en mi cuello y después varios besos húmedo que van desde arriba hacia abajo en esa zona. Un cosquilleo se está formado debajo de mi abdomen, mi temperatura está subiendo y mi corazón esta latiendo con rapidez. Sus labios son fríos, pero no me molesta, más bien se sienten bien. Realiza un pequeño mordisco, haciendo que suelte un gemido.

—Mía —susurra y después inspira mi olor— Hueles delicioso. —informa con voz ronca. Estoy totalmente sumida en las sensaciones que él me está provocando con su acto, que me tenso cuando siento algo filoso en el cuello, provocando que me separe.

¡Me iba a morder!

—¡Ni se te ocurra poner tus sucios colmillos sobre mí! —Pongo una expresión desafiante, fulminándolo con la mirada y me alejo hacia atrás.

—¿O sino que me harás? —Pregunta, mientras avanza unos pasos hacia mí y yo entrecejo la ceja

—¡Te cortares las pelotas! y se la dares a los lobos —digo y levanto a mi bebe corrijo... Mi espada.

—Créeme mi pelotas, tiene una función más interesante que dársela a los lobos de comida —expresa de forma burlona y muestra una sonrisa picara llamada atrapa corazones—. ¿Si quieres te los puedo demostrar? —inquiere.

El muy arrogante está utilizando su atractivo, para hacerme embobar y lo está logrando porque él sabe que esta condenadamente guapo, pero Layla tiene que resistir antes de sucumbir a sus encantos.

Tengo que hacer algo, esto no puede seguir pasando. Piensa ¿Qué puedo hacer? ¡Y tiene que hacer ahora!. A mi mente se viene una de las palabras que me dijo mi padre una vez sino puede con el enemigo...

Concéntrate... Elimino todo lo que me rodea ¡Listo!

Mentaliza al enemigo... ¿Mmm creó?... No, no, Layla no de esa forma ¡Listo!

Prepara tu cuerpo... doy algunos pequeños salto en la misma posición ¡Listo!

Todos me ven extraño por la forma que estoy actuando, pero no me importa y sigo recordando lo que dijo mi papa.

Agarra tus armas... guardo la espada en la funda y el arco lo recojo y lo pongo en la espalda ¡Listo!

¡¡¡Partida Corre Layla huye!!!

¡Gracia papa! Y salgo corriendo con toda mis fuerza de ese lugar.