Esta situación es algo complicada, porque rayos me tuve que meter en este lio y claro decir con mi gran bocota, que nos vamos en un auto, cuando nunca he manejado uno.
Sí se debe de estar está imaginando la cara que esta poniendo Victoria, está para de morirse de risa y si antes tenía miedo ahora, esta de pánico claro hasta yo lo estaría si estuviera en su posición.
—¿Layla está segura, que sabe manejar un auto? —me pregunta y la miró con una cara de póker, para no mostrar lo asustada, más bien aterrada que estoy.
—Claro que te dije sí. —ella me mira frunciendo las ceja—. Están bien, quizá un poco —ahora cruza los brazos—.Bueno quizá, casi nada —y me encojo de los hombros.
—Te lo dije varias veces, ¡Nos vamos a estrellar! ¡Yo no tengo deseo de morir todavía siendo tan joven! —exclama histérica pasándose las manos por el pelo.
—Ya tranquilízate, además yo aprendo muy rápido, déjame agarrar bien el truco de cómo debo poner estas palancas. —a ver Layla recuerda la revista de autos que encontraste en el basurero, será mejor que ponga toda tu memoria e inteligencia en práctica. Sino mal recuerdo la que está en el medio es la palanca de los cambios y estas de abajo es de los frenos, el acelerador y la otra no tengo ni la más remota idea, pero eso no se lo vamos a decir a Victoria y esta ultima creó que es el freno de manos —. ¡Creo que lo tengo! — hablo en voz alta.
—¿Cómo lo vas a tener?, si vas a paso de tortuga y además en cualquier momento salgo disparada por la ventana por lo frenos que das. —
—No sea tan melodramática, solo son puros frenos suaves, además tiene el cinturón de seguridad, no te va a pasar nada y creó que ahora si ya lo tengo. — repaso todo mentalmente y empiezo otra vez, ahora si estoy manejando como es debido —. ¡¡Sí!! ¡Por fin lo logre!, viste Victoria que si aprendo rápido —grito eufórica alzando las manos al aire. Volteo a mirarla y me ve con cara de pánico.
Y ahora que hice.
—¡Layla no seas loca!, ¡Agarra el volante!, ¡Agarra el volante! —¡Ups! creó que lo solté sin querer, debido a la emoción.
—Ya, ya quita esa cara de pánico, ¡ves no paso nada! —
—De verdad, creo que más bien que yo voy a morir es del susto. ¿No te importa si pongo algo de música para calmarme un poco esto nervios?. —balbucea y suelta un suspiro.
Seguimos el camino escuchando la música de la radio, aunque la verdad que no me gusto ninguna, mis gustos son otros como los libros, eso si son motivos para pasar el día echada en mi cama leyendo.
—¿Victoria cuantos kilómetros, cree que falta para llegar a tu casa? —preguntó.
—Nos falta como unos 25 kilómetros, ya falta poco —bien eso bastante cerca.
—Layla y tus padres, ¿Está bien de que me acompañe y dejes tu casa sola o a tu familia? —curiosea.
—No tranquila mis padres se fueron de viaje y no sé cuando regresen, además vivo sola, no tengo más familia. —
—Disculpa por preguntar algo que no debía —dice con cara apenada.
—No te preocupes, yo estoy bien así, ya me acostumbré aunque, no te niego que si me hace falta de vez en cuando. —
—Mi padres son muy cariñoso y ambles, se que te recibirán con mucho agrado—
—Eso espero, aunque no me pienso quedar, cuando este a salvo, me regreso para mi hogar. —
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Las Locuras de Layla Brooks Deseando a un Vampiro
VampirosLayla es una chica que por casualidad del destino siempre se encuentra en problemas, es sencilla, extrovertida, fuerte, valiente y con un carácter de un mil demonios. Sabe combate a cuerpo a cuerpo y lo utiliza cada vez que se mete en una locura. Du...