Odiaba esto. Las controversias con mi abuela siempre por lo mismo. Lamentablemente soy muy curiosa y tengo en mi cabeza una duda existencial, pero la única persona que puede aclarar esa duda es mi abuela, y se niega rotundamente.
Desde que tengo memoria he querido saber sobre mi abuelo, Rafael Still, es todo lo que sé de él; llevo algunos años cuestionándome varias cosas: cómo murió, cómo conoció a mi abuela, se habrá enamorado, qué sintió al ver a mi madre por primera vez... Son tantas preguntas y tan pocas respuestas.
Esta mañana había decidido ir a ver a mi abuelo al cementerio; mi abuela Jess me ha negado por años ir a dejarle flores o simplemente pasar caminando por su sepultura. Tiene una aversión a ese lugar que no puedo entender.
Salí de casa con la intención de desobedecer a Jess; de nuevo; e ir hasta allá. En mi pequeña mochila guardé algunos artículos de limpieza porque supuse que su tumba estaría hecha un chiquero por el claro abandono de esta.
Al salir de mi departamento, sentí mi piel congelarse, hacía mucho frío pero ya no había vuelta atrás. Tome un taxi y estuve ahí en treinta minutos aproximadamente. Al atravesar la puerta de entrada busque a un guardia de seguridad para preguntar por mi abuelo y me dio el nombre de una calle, Eraser
Caminé hasta allí, leí cada sepultura hasta que encontré la indicada, estaba sucia, empolvorada, de aspecto descuidado y abandonado; en el sector estaba todo lleno de hojas, de árboles secos y tristes, todo en ese lugar lucia deprimente y nostálgico.
Saqué las tijeras de la mochila para cortar las ramas que envolvían la tumba. Comencé a cortarlas pero era tan difícil, eran demasiado gruesas.
-Hola, ¿te ayudo? -. Espetó un chico con una gran sonrisa, completamente hermosa.
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¿Imposible?
Romance-Soy una persona sin alma, ¿puedes amarme así? Porque te amo. -Dijo con lágrimas en sus ojos.