Capítulo 7

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- Señorita Bella. Por favor espere.

Bella iba a un paso rápido para llegar a cambiar su vestido para estar presentable ante el rey invitado y su hijo. Pero cuando iba por el pasillo hasta la habitación de las mujeres, una voz femenina la llamó desde atrás.

- Dígame - paró su paso.

- Señorita, ¡como corre!

- Por favor, sólo Bella.

- Bien, Bella. La esperan en el salón de telas. El rey invitado y su hijo llegarán en breves momentos.

- Está bien. Iré hacia allí.

La muchacha salió corriendo hacia el salón. Allí las mujeres la recibieron y la cambiaron rápidamente. Cepillaron su pelo y arreglaron el velo.

- Estás hermosa pequeña - dijo Rosa.

- Gracias Rosa. Creo que debería ir yendo a ver a mi padre.

Todas estuvieron de acuerdo y la dejaron ir, pero no sin antes darle consejos de como presentarse ante los invitados.

La chica llegó al salón del trono, allí se encontraba su padre, que en cuanto la vio entrar una sonrisa se posó en su rostro. Era un sentimiento de orgullo, porque estaba realmente hermosa, y felicidad, porque había encontrado a su hija perdida.

- Hija, estás hermosa - le dijo cuando la joven ya había llegado a los pies del trono.

- Gracias padre. ¿Qué haremos hasta que lleguen los invitados?

- Nada. Están en la puerta.

Entonces, la puerta de palacio se abrió con un chirrido que invadió la estancia. A Bella se le aceleró el corazón, no sabía como presentarse o saludar. Pero para su suerte, allí estaba su padre para aconsejarla.

- Hija no te preocupes, yo estaré aquí. Cuando te salude, haz una pequeña reverencia. Y recuerda: siempre sonriendo.

La chica asintió, le sonrió a su padre y respiró profundamente.

En ese momento, entró por la puerta un hombre rechoncho, con un traje desconocido para ellos. Tenía poco pelo.

A su espalda había un joven, Bella quedó asombrada ante su aspecto. Sus ojos eran de un verde ligeramente azul, su cabello era de un castaño dorado y sus labios rosados llevaban incrustada una dulce sonrisa. Su rostro reflejaba la madurez de un hombre adulto pero sin dejar de perder su semblante joven. Sus piernas eran delgadas y esbeltas y su torso era duro y ancho.

Pero el desconocido también quedó asombrado por la muchacha que tenía ante él. El color blanco de su vestido hacía destacar sus ojos claros y su pelo castaño.

- Un placer tenerle de visita señor Marcos - dijo el padre de Bella al invitado.

- Un placer para mí y para mi hijo estar en tu hermoso reino - dijo tomando la mano del anfitrión.

- Siempre seréis bienvenidos. Esta es mi hija Bella - dijo tomando la de la mano.

- No sabía que tenías una hija tan bella - dijo y besó con cuidado la mano de la joven.

- Ni yo hasta hace unos días.

- Bella - llamó su atención - este es mi hijo Erik.

El chico tomó su mano y la besó a la vez que Bella hacía una pequeña reverencia tal y como le había dicho su padre. No ocultó su sonrisa.

- Bien Eduardo, ¿qué te parece si los dejamos solos, para que se conozcan?

- Me parece bien Marcos - se acercó a su hija y la besó en la frente -. Nada de travesuras - les dijo a los dos jóvenes.

La Princesa Perdida #Wattys2016 #ConcursoMejoresTemas {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora