Te dejo ir,
hoy suelto tu mano, por las veces que tu sostuviste la mía.
Guardaré tu rostro en mi memoria y llevaré tu mirada reflejada en la mía.
Se libre, vuela, que yo guardaré tus palabras.
Dejaremos atrás los reclamos, los rencores, las desilusiones y los reproches;
miraremos los dos al frente, aunque nuestro camino ya no vaya en la misma dirección.
Llevaré en la maleta mucho de ti.
Escribiré sobre tus memorias y aquellas historias que no vivimos.
Viajes en carretera escuchando canciones viejas,
comidas en casa y las palabras que no callaste.
Tantos silencios hablados entre tú y yo.
Gestos repetidos y orgullos mantenidos.
Te tengo que soltar, por que ambos sabemos que pronto te marcharas.
Adelante, ve, estaré bien, desde el primer encuentro me lo pediste.
Deja todo lo que te pese, todo lo que te sobre, todo lo que te duela.
Descansa.
Sueña.
Que las horas absorban tus alegrías, tus risas, tus retos. Tu vida.
Vete con una sonrisa.
Coleccionaste tantos instantes que te marchas con el libro completo.
Hoy serás y por ti seré.
Mañana partirás y prometo que el dolor se ira.
Te dejo marchar.
Hasta siempre, papá.
Algún día nos volveremos a encontrar.
ESTÁS LEYENDO
INSTANTE
RandomVivimos de instantes, momentos robados al tiempo que guardaremos en la oscuridad.
