Quiero un café al despertar,
negro, como esa mirada encontrándose con la mía.
Lo quiero humeante como sus labios,
caliente, como sus brazos apresándome.
Cargado, como la intensidad de sus palabras.
Quiero un café que huela a él,
con dos cucharadas de azúcar,
así,
dulce, ácido, amargo como nosotros.
Quiero beberlo sorbo a sorbo hasta despertar cada sentido y calentarme cada rincón de la piel.
Quiero un café siempre al despertar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ESTÁS LEYENDO
INSTANTE
AléatoireVivimos de instantes, momentos robados al tiempo que guardaremos en la oscuridad.
