Capítulo 2: Semi muerta

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En la casa reinaba un ambiente hogareño, mientras subía las escaleras pude verlo en el tapiz de las paredes, y lo arreglado que parecía todo a pesar de que esa casa fuera sólo de veraneo.

Ya en el piso de arriba me encontré a Mariana en la puerta de una de las cuatro habitaciones que parecía haber. Tendió su mano y caminé con ella, no sabía si aún traía la cara de depresión y emoción que me había provocado el darme cuenta de la atracción hacia Andrew.

Cuando entré a la habitación me di cuenta que aún tenía la decoración de una niña y no la de una adolescente. El papel tapiz era de ponys, y la lámpara de Hello Kitty... No es que esté en contra de los ponys, pero tener ese papel tapiz a los 17 ya era demasiado.

─ ¿Por qué tardaste tanto? ¿Qué tanto hacías con mi papá?

─ ¿Qué?─ la cuestión me topó tan en curva que estuve a punto de soltarme a decir tontería y media. Respiré y me di cuenta que ella no sabía nada de mis sentimientos hacia su papá. Su pregunta era ingenua y yo ya estaba que me daba un infarto. ─Nada, sólo le quería ayudar con el equipaje.

─Ah, nah, no te preocupes... Él puede. Si quisiera algo ya nos hubiera dicho.

─Tienes un sentido de decoración tan...─ quise cambiar el tema de su papá lo antes posible, ahora no me convenía hablar de Andrew o la lengua se me podría ir de largo.

─Cierra el pico, Anderson.─ de pronto ella sonó realmente molesta.

─Oye, lo siento, yo sólo bromeaba... No quise...

─Déjalo. Problemas míos.─ se sentó en la orilla de la cama, caminé y me senté a su lado.

─ ¿Qué pasa?

─Este cuarto lo decoró mamá para mí cuando era una bebé. No he querido quitar nada de lo que ella puso para mí, creerás que es una tontería pero eso me hace sentir que aún está aquí... Conmigo.

─Lo siento, Mariana. De verdad yo...─ me sentía mal. Pasé un brazo por sus hombros y ella se volvió para abrazarme.

─No te preocupes, también yo creo que los ponys ya pasaron de moda.─ se empezó a reír y al rato ya estábamos riéndonos de nuevo. Escuchamos los pasos de alguien por la escalera y después por el pasillo. Supe que Andrew venía y cada paso suyo aumentaba un grado de mi nerviosismo.

Se escucharon tres golpes en la puerta del cuarto de Mariana y ella se giró para tirarse de panza en la cama. ─¡Adelante, papi!─ tragué saliva, "papi" sí que le iba el nombre... Andrew abrió la puerta todo señor sonrisa, y metió la maleta de Mariana, después metió la mía y las dejó en la entrada de la habitación.

Se irguió y ahí, a la vista de las dos, pero sobre todo frente a mi vista (descarriada y puberta) se quitó la camisa de cuadros quedándose sólo con la playera. Sostuvo la camisa con la mano derecha y sonrió de nuevo.

─Bueno, muchachitas, saldremos a pescar en una hora. Espero que estén listas para entonces, ¿de acuerdo?

─Papá, ¿crees que el bote sirva? Digo ya tiene más de tres años que no lo usamos...

─Ahorita lo checo, nena. Pero mientras platiquen, vístanse... Y todas las cosas que hacen las chicas.─ solté una carcajada, Mariana levantó una ceja inquisitiva y me callé enseguida. Andrew sólo sonrió y bajó la mirada.

─Lo siento, fue gracioso...

─Bueno, papi ¿podemos comer comida italiana?

─Pero Mariana, se supone que vamos a pescar para que lo que consigamos lo comamos nosotros.

DILF ~ FanFic Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora