Hoseok siempre había sido raro, eso era cierto. No tanto como Taehyung, pero podía considerarle raro. Sin embargo, cuando el bailarín le hizo aquella pregunta, no pudo más que abrir los ojos y mirar por todas partes a ver si "de verdad" le hablaba a él. Como no había nadie más en aquel salón, se volvió una vez más hacia el chico para querer comprobar una vez más que había oído bien.
- ¿Perdón?
Una risita salida de la boca del bailarín le crispó momentáneamente, se estaba burlando de él, aunque por la pregunta ya lo había supuesto.
- ¿No me escuchaste bien? He dicho: ¿a qué sabe tu semen? - y ahí estaba otra vez esa pregunta. Rara, extraña, sin venir a cuento. Entorpecido de pronto titubeó antes de encogerse de hombros, sin saber por qué estaban teniendo esa conversación.
- ¿No lo sabes? ¿No lo has probado?
- ¿Por qué iba a probarlo?
- ¿Quieres que lo pruebe yo? - por tercera vez consecutiva, el líder de BTS se había quedado sin habla, frunciendo el ceño sin entender mientras miraba a aquel chico sentado en una de las sillas del comedor, comiendo un helado de nata que se había esmerado muy bien en que cupiese perfectamente en su boca, dejando algún resto en una de sus comisuras, como si esperaba una respuesta coherente por la parte de Namjoon.
El líder del grupo decidió que había tenido demasiado por hoy. La mezcla de sus preguntas, el hipnotizante ruido que emitía el chico cada vez que se introducía el helado en su boca, y la vista de los lametones y rechupeteos para deshacer este habían conseguido algo que nunca hubiera podido decir; se había excitado por su compañero de grupo.
Aun así quiso decir que no, que estaba loco por hacer esas preguntas, que se dejara de tonterías. Pero su cuerpo falló a sus comandas y cuando iba dispuesto a abrir la boca para responderle, Hoseok iba ya tres pasos por delante y se encontraba frente a él, dando con sus huesudas rodillas en las propias, relamiéndose los labios con la mirada fijamente en su compañero de grupo.
- ¿Hoseok? - el más pequeño pero definitivamente con dos dedos de frente de los dos creó una frase completa en su cabeza aunque sus labios, secos por la anticipación, tan solo se atrevieron a pronunciar el nombre del bailarín, haciéndole alzar las cejas esperando una segunda frase, a ser posible con sentido, de parte del menor, así pues mientras jugaba más lascivamente con su helado de lo que hubiera querido, trató de poner orden a sus pensamientos y formalizando una nueva pregunta - ¿Qué quieres?
Bravo Namjoon, todo un genio de las palabras, desde luego estaba más que visto.
- Ya lo sabes. Quiero saber a que sabe tu semen. - Hoseok bajó la mirada desde los ojos del líder hasta su entrepierna. - Al parecer tú también quieres además...
El líder del grupo se apresuró a apoyar ambos antebrazos en su regazo, cubriendo su evidente excitación a través de los traicioneros pantalones deportivos grises. Las mejillas y orejas de Namjoon se tiñeron de un ligero rojo por haber dejado que el bailarín castaño hubiera visto como estaba por su culpa, aunque nada parecía que Hoseok desistiera de sus preguntas, ya que tras arrodillarse quitó uno a uno sus brazos, dejando de resistirse mientras observaba sus movimientos.
- Namjoon no pasa nada, es natural...- trató de calmar al menor, con una de aquellas sonrisas de Hoseok, todo dientes y felicidad. Pero claro que pasaba, claro que no era natural. No era natural excitarse ante alguien que él consideraba su familia. Mientras Hoseok introducía tres de sus dedos en la cinturilla de sus pantalones y tiraba hacia abajo no podía dejar de pensar en correr. O correrse. Ambas eran buenas opciones en ese momento.
Sin embargo, sin darse apenas cuenta, el bailarín había conseguido deslizar sus pantalones hasta más de medio muslo, dejando al aire los boxers azules que lucía el menor, sonriendo por ello mientras dirigía los dedos a rozar las yemas de estos por el largo de su miembro, dejando escapar un suspiro sonoro a través de su nariz, haciendo que el bailarín mirara de nuevo hacia sus ojos mientras acercaba el helado semiderretido a pasarlo por encima de sus boxers.
La crema de nata pegada a su prenda le hizo tener un escalofrío, parecía que él pensaba demasiado despacio y Hoseok demasiado deprisa. Observó al bailarín agacharse y, tan solo con la punta de la lengua, comenzar a retirar nata poco a poco, mezclando el frío del helado con el calor de su lengua. Era demasiado para el líder del grupo, que se esforzaba por mandar a sus sentidos a que hicieran algo; era hora de levantarse e irse de allí, de decirle a Hoseok que si iba haciendo eso con cualquiera, que eran más que amigos porque eran familia. Sin embargo su cuerpo tenía otros planes, y se limitó a seguir sentado, observando la lujuriosa boca del mayor, marcando con saliva por el camino que decidía recorrer en ese momento, empapando la tela contra su ya más que erecto miembro, siguiendo tentando con nata y lengua a partes iguales.
Ahora no solo la mano del bailarín sino las dos del líder cogían la cinturilla de los boxers ya más que empapados con la saliva del primero para poder bajarlos junto a sus vaqueros.
Namjoon suspiró al tener suelta su erección, sin tener retención alguna, aunque el primer jadeo de la tarde llegó a oídos de ambos cuando Hoseok sacudió su helado contra él, cayendo el helado por todas partes y no solo su miembro, pero aún así el mayor se dirigió con esa cálida lengua suya a limpiar bien cada una de las manchas de helado.
El líder del grupo llevó una de sus manos hasta la nuca del mayor, jugando con los dedos en su cuello, entremetiendo los dedos por mechones de su pelo sin dejar de mirar ya en ningún momento cada uno de los gestos del menor, además del helado derritiéndose sobre su mano, observando como caían rastros de este por su brazo hacia abajo.
El castaño, tras olvidar ya su helado, se introdujo el miembro del menor dentro de su boca, mandándole escalofríos por todo su cuerpo ante lo bien que se sentían las lamidas y succiones de este en su cuerpo. Con la mano libre, el bailarín masturbó la erección que no abarcaba en su boca, llevando un ritmo extraño, más deprisa con su mano que con la boca, escuchando los sonidos que salían camuflados por la boca ajena tanto como los jadeos propios que inundaban el salón.
Namjoon no podía creerse aún aquella situación, viendo como el bailarín jugaba con su mano y labios sobre su miembro, haciéndole excitar aún más si podía por aquello. Hoseok se separó de pronto de él, respirando agitado mientras se relamía los labios, manchados de nata y líquido preseminal, luciendo ligeramente rojos por la fricción y completamente mojados. Aquella visión era demasiado para cualquiera.
- ¿Se siente bien Namjoon? - entorpecido, el menor atinó a asentir con la cabeza varias veces, viendo que iba a volver a hablar pero él mismo se lo impidió, apoyando una de sus manos en la cabeza del chico y obligó a que bajara de nuevo hacia el centro de sus problemas, haciéndole que tuviera que volver a introducirse la erección en la boca, notando la presión constante de este por lo que apartó la mano para dejar que bajara todo lo que podía, haciendo esfuerzos por aguantar un par de arcadas que notó al tener casi todo su miembro dentro de la boca.
El hecho de que no cupiese toda su erección en la boca ajena excitaba y apenaba al líder a partes iguales; quería sentir aquella boca por toda su piel, hacer que este tragara su miembro y le hiciera sentir el cielo, pero también era un orgullo que aunque lo intentara no pudiera introducirse todo su miembro en la boca.
A la vez que el bailarín llevaba su mano ahora a jugar con sus testículos, el rapero menor llevó ambas manos a cogerle de la cabeza al otro y mover las caderas contra su boca, con cuidado de no forzarle demasiado, viendo sus ojos entrecerrados y ligeramente llorosos, pero aún así jadeando de forma ahogada por su propia excitación cuando embestía su boca.
Namjoon no podía dejar de mirar la boca de su compañero de grupo, de como su miembro desaparecía entre los labios mojados de este, de escuchar los gemidos y jadeos que golpeaban sus oídos, tanto suyos como del menor.
Todo Hoseok tenía la completa atención del líder en ese momento, y este lo sabía, manteniendo los ojos fijos en la mirada ajena ahora, dejando que el menor embistiera su boca a placer, limitándose a dejarse utilizar por su líder, el cual hacía menos de un cuarto de hora parecía querer empujarle y llamarle enfermo por pensar en algo así.
Luchando contra este consiguió alejarse de su miembro, atragantándose con su propia saliva, notando como los pulgares del menor le retiraban de las mejillas un par de lágrimas que le recorrían estas. Para no perder el ritmo, el mayor de ambos llevó la mano con la que no sostenía el cucurucho de helado ya más que derretido hacia su miembro, jugando con la presión que ejercía sus dedos, girando la muñeca mientras masturbaba al chico tal y como solía hacerlo consigo mismo.
- ¿Verdad que quieres Namjoon? - el menor miró al chico directamente mientras este movía su mano contra él haciéndole aún disfrutar, moviendo suave las caderas mientras se escurría ligeramente por el sofá - ¿Verdad que quieres saberlo tú también ahora?
- Quiero que tú lo sepas - soltó de pronto, con la voz ronca de forzar la garganta a la hora de aguantar tantos gemidos como le fuera posible, sintiendo como el orgasmo se formaba en la parte baja de su estómago, esbozando una pequeña sonrisa ladeada. - así que vuelve a metértela en la boca
Ante la forma repentina de hablar del menor, Hoseok alzó las cejas ligeramente, parando el movimiento de su mano durante unos segundos hasta que se recompuso, volviendo a su rapidez original y responde a lo que le decía antes de volver a acoger su miembro entre los labios - ¿Y ese cambio de parecer?
- Tú no ves lo bien que queda mi polla entre tus labios Hobi hyung... - Adrede, el chico menor exageró la forma de llamarle así, alargando ligeramente las vocales para darle más énfasis, mirando al mayor con la boca y mano ocupadas en su erección, nota do una vez más aquellos labios y lengua contra cada milímetro de su piel, haciéndole disfrutar aún más de la masturbación. - Justo así... Es una cara que no creo que vaya a olvidar.
El menor dejó escapar una risita por la nariz con una sonrisa en los labios, llevando una mano a la cabeza ajena para notar el vaivén que toma el mayor al masturbarle con su boca, tratando de no cerrar los ojos en ningún momento para observarle bien y recordar cada instante, dejándose llevar por sus constantes jadeos y gemidos, escuchando los sonidos que producía la boca ajena sobre su piel y los jadeos ahogados del bailarín, hasta que poco tiempo después, saturado de todas las sensaciones que le producía el otro, acaba por llegar al orgasmo, corriéndose dentro de su boca.
- No te lo tragues aún - avisa el menor mientras sustituye la mano ajena por la propia, saliendo de sus labios y masturba un poco más, salpicando la nariz y una de las mejillas del menor de su semen, quedándose relajado en el sofá mientras le hace un gesto al bailarín. - Abre la boca...
Tal y como le pide, el mayor de ambos abre la boca, dejándole ver la corrida del menor aún dentro de esta, con los ojos entrecerrados y la cara manchada.
- Ya puedes tragarlo... - Asiente al darle permiso y el mayor cierra la boca, tragando su contenido mientras el líder recoge el semen de su nariz y mejilla con el pulgar, metiéndole el dedo en la boca para hacer que limpiar con la lengua. - Hobi, ¿qué se dice cuanto te dan de comer?
Mientras tentaba con sus frases al mayor, el líder se colocaba de vuelta sus boxers y pantalones, manteniendo en todo momento la sonrisa ladeada mientras miraba al mayor lamer su dedo antes de alejarse de él y ponerse de pie, observando el desastre de nata por su brazo y el sofá, con trozos de galleta al haber apretado aquella mano en algún momento que ninguno recordaba.
- Gracias... - El menor se encoge de hombros y se dirige hacia la cocina para poder lavarse y recoger el helado derretido. - pero sabes raro.
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Sunshine in boxes
Fanfiction[Colección de AUs autoconclusivos, varios ratings y actualizaciones cortas. Podéis pedir algún AU que queráis ver con personajes incluídos.] Cada caja tenía un universo, un sol, un planeta y una historia que contar, ahora sólo debías saber cual abri...