3.- Hay que volver

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Mientras tanto, el metamorfo paseaba con Bon, Konekomaru y Shima. Estos tenían que sospechar algo ya que notaban que Rin estaba muy raro. Por su parte, él les había cogido un poco de confianza a los demás por lo que su miedo inicial se convirtió en simple simpatía y amistad.

- ¿Y qué has estado haciendo este finde? ¿El vago como siempre? -preguntó Shima.

Rin negó enérgicamente con la cabeza.

- No... tenía que hacer los deberes...

El auténtico Rin empezó a recorrer todo el edificio desesperado, intentando encontrar a su creación. Salió del edificio y tras a ver ido por los alrededores, por fin logró verle e iba a gritarle, pero se detuvo en el último momento; no podían saber los demás de su otro yo o podría tener serios problemas. Se escondió detrás de un amplio árbol e intentó llamarle con simples silbidos y señales, intentando que viniese hacia él. Pero la criatura no se enteraba, el pobre lo ignoraba desconociendo el significado de aquello, se limitaba a mirar a su alrededor.

- Oye Rin, creo que alguien te llama -observó Shima mientras señalaba el arbusto bajo el que se escondía el verdadero Rin.

- ¿A mí? -preguntó este sorprendido poniendo una cara muy inocente. Bon arqueó una ceja mirándole raro por lo que Rin se apresuró a asentir- Un momento pues...

Corrió hacia los arbustos y ahí, en efecto, vio al verdadero. Se agachó y sonrió tímidamente.

- ¿Ocurre algo, mi joven señor?

-¡Claro que ocurre algo! -exclamó Rin, aunque intentando no levantar mucho el tono de voz.- ¿Por qué te has escapado? ¿No te dije que te quedases en la habitación quieto...? ¡Podrías traerme muchos problemas! -Suspiró.- Vuelve con ellos e invéntate algo para dejarlos....No sé, diles que se ha hecho tarde y tienes que volver o... ¡yo qué sé! -Le dio un empujoncito para que saliese del arbusto.- Cuando lo hayas conseguido vuelve aquí disimuladamente, conmigo, ¿entendido?

La pobre criaturita del averno asintió preocupada y salió de ahí volviendo con los demás.

- Umh... Lo siento pero se ha hecho tarde... Creo que me olvidé terminar un ejercicio de la tarea... -murmuró tímidamente.

Bon volvió a mirarle raro. ¿Rin tímido? ¿Eso donde se ha visto? Sin embargo, Shima y Konekomaru no se dieron mucha cuenta ya que le palmearon la espalda mientras reían.

- Ay Rin, nunca cambiarás... Anda ve ¡o al final te echarán del insti a este paso que vas!

Rin asintió y se fue corriendo y solo cuando los otros se fueron regreso junto a Rin.

- Ya está... ¿Desea algo más, mi joven amo?

El verdadero Rin se puso de pie poco a poco, suspiró y ladeó la cabeza lentamente, rascándose la cabeza con una mano.

-No...Volvamos al cuarto cuando antes, estar aquí es peligroso.

Ambos se miraron a los ojos durante unos segundos y afirmaron a la vez con la cabeza, empezando a caminar a paso ligero de vuelta a la habitación.

Ser vago es sinónimo de problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora