Viene a mi mente aquella tarde lluviosa y fría. La piel congelada, los nervios posiblemente no servían, pero a pesar de todo ello, yo estaba un poco viva, utilizando esta palabra de "vivir" en el sentido biológico más que nada, ya que sentía que si eso no era estar muriendo entonces prefería que me atropellaran. Que mierda de sentimiento aquel, el día, "eso", yo, el contexto.
Tal vez por eso odio los dias lluviosos, porque me recuerdan a la ausencia, a la falta de un calor que alguna vez existió en alguna parte de mí, es mi cuerpo odiando el que le arrebate la posibilidad de sentirse bien, como si no solo viviera porque mi corazón palpita, si no que tuviera una razón para hacerlo.
Posiblemente por eso elegí la soledad, porque le da sentido al vacío, como si el no sentir tuviera significado, y la razón de mi existencia fuese el buscarle vida a lo que esta muerto, el mirar unos ojos negros y ver un arcoiris en ellos, pero saber que jamás serán tocados por el brillo que le daría esperanza. Como vivir al otro lado de la ventana.
Y si me dijeran que describiera con una palabra, aquella tarde de lluviosa, solamente diría una, la más corta que encontraría, esa sería su nombre, uno lejano y desaparecido, un día frío y triste, eso serías para mí, gotas que no para de caer y que mata, congelando hasta el último rincón mi alma.
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REALITY
Teen FictionHay gente que se acostumbra tanto a la soledad que cuando esta se va, prefiere ir con ella, porque la soledad a veces es la mejor compañía para una persona que busca un alguien que nunca lo abandonará, ni le reprochara, porque a soledad igual que no...
