Ese día te vi, y sólo pensé qué tan imbécil podría ser yo, así es como entraste; y siempre estuviste ahí, y yo, de alguna forma, creía que pensabas lo mismo.
Me enamoré sin darme cuenta, besé tus labios, acaricié tus manos, y bailamos cada noche, bailábamos con las estrellas. Fuimos tan eternos que no pudo haber sido de otra forma.
Entonces, me di cuenta que te odio. Te odio porque te amé, te odio porque nunca lo supe, y te odio porque ya no estas, pero a pesar de todo, quiero pedirte una última canción, al ritmo de tu sombra. Aunque sea tarde, yo me quedaré hasta que salga el Sol y sea hora de marcharse.
ESTÁS LEYENDO
REALITY
Novela JuvenilHay gente que se acostumbra tanto a la soledad que cuando esta se va, prefiere ir con ella, porque la soledad a veces es la mejor compañía para una persona que busca un alguien que nunca lo abandonará, ni le reprochara, porque a soledad igual que no...