The end of love.

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Hace muchos años cuenta una historia que el ser humano se había vuelto algo horrible y lleno de odio, no existía más que rencor, siendo personas que se dañaban así mismos, mataban a los suyos no por sobrevivir, si no por placer, torturaban, destruían y estaban llenos de cosas malas. Era tan horrible todo aquello que el mismo mundo se quiso alejar de ellos todos los seres vivos temían ser destruidos por aquella cosa tan horrible llamada humanidad. Entonces después de que fueron despojados de todo, después de que casi se destruyen a si mismos y reino solo lo malo y horrible en ellos, pudieron llegar a una paz, todo volvió a ser armonía pero solo hubo un detalle en aquello. Los humanos por castigo de haber hecho tanto daño perdieron la capacidad de poder amar...
Y así fue como la humanidad perdió lo único hermoso que tenían, lo única razón de vida.

Soy una persona horrible, ruin y despiadada, odio a todos los que me rodean, vivo sola, como todos lo hacen, nadie se mira y nadie para un segundo a hablar con nadie más. Todos alrededor son igual que yo, somos personas egoístas solo pensamos en nosotros mismos, nadie tiene nombre, nadie es diferente, no se necesita conocer a nadie, ya que todos somos sumamente iguales o eso creo ya que nunca en mi vida he hablado con nadie para plantear aquello. Si abro mis labios para pronunciar una palabra a cualquier ser humano es por necesidad no por otra cosa.
En este mundo no se conocen sentimientos que no sean tristes, horribles y despiadados. Así crecen los niños aprendiendo eso, después son echados a la calle para que vivan como puedan, pocos logran llegar al éxito y muchos mueren pero a nadie le importa eso. La reproducción es solo una forma de sobrevivir no significa nada más.
A veces cuando me quedo despierta me pongo pensar que debería de existir alguna cosa más que esto. Y luego me retracto de lo mismo ya que este sentimiento de querer saber más está prohibido.
Sigo caminando por la calle normal, como siempre, chocando con las personas sin disculparme, siento pisoteada igual que yo pisoteo a los otros. Veo a gente siendo asaltada y muriendo por todos lados. Niños con hambre llorando y otros mismos intentando matarse antes de que algo peor lo haga. Es un día más que habitual para mí.
Yo trabajo en una gran empresa, archivando papeles y más papeles, cualquier cosa en la que pueda ganar dinero es suficiente. No hay otra razón para existir que el sobrevivir, eso lo saben todos desde que nacen.
-¡Hey tú!- Dice un señor extraño que nunca había visto, aunque realmente para mi todo ser humano es nuevo ante mis ojos. Es gente que día a día va cambiando y no deseo recordar la cara de nadie.
-¿Qué quieres?- Pregunto yo a la defensiva.
-¡Ve al sótano y trae unos papeles importantes, el jefe te ha mandado!- Es todo lo que dice y yo simplemente me levanto y voy directo al sótano.
No necesito saber nada mas, no sé ni siquiera que papeles buscar pero hablar con esa persona simplemente me harta.
Al bajar las escaleras entro en un pasillo que luce viejo, hay demasiadas puertas, el lugar es oscuro pero por suerte llevo una lámpara, ninguna puerta abre así que sigo caminando, aquel pasillo parece infinito, tal vez nunca acabe, tal vez me pierda aquí y muera. Sería una muerte estúpida pero si así debe de ser no importa.
Cada puerta sigue cerrada. ¡Maldita sea! Pienso, pero después de caminar tanto veo una puerta diferente, una puerta echa de madera y con una perilla extraña. Esta perilla no necesita una tarjeta para abrirse tiene una cosa extraña en forma de circulo. La toco lentamente, con miedo de que sea algo malo pero no pasa nada aunque esta algo fría, puedo notar que se gira a la derecha y a la izquierda, sigo haciéndolo por un rato maravillada por aquella cosa tan rara. Doy un pequeño empujón y abre.
Este lugar está oscuro, más que el pasillo. Me recargo en la pared y siento que toco algo que suena como un clic y las luces del lugar prenden. Mis ojos ven todo alrededor, está sucio y lleno de polvo parece llevar años y años ahí. Hay muchas, muchas estanterías llenas de libros. Voy recorriendo el lugar, nada es nuevo y parece llevar demasiado tiempo cerrado. Miro la pasta de los libros las cuales tiene nombres extraños que nunca en mi vida había leído.
Noto que muchos títulos tienen una palabra demasiado extraña, una palabra que se llamada AMOR, AMAR, AMARÉ, no tengo idea que sea eso, tal vez es un lenguaje pasado pero no me tiene tan seguro porque tiene palabras de el idioma actual y eso.
Abro un libro de los que tienen la palabra extraña y busco si dice el significado, pero me quedo perdida, aquellos libros cuentan cosas extrañas, la gente se llama por nombre, la gente se mira entre sí, se tocan, interactúan y sigue aquella palabra, se aman...
Me quedo una hora, dos, tal vez tres leyendo un libro el cual termino, todo lo que leí me confundió, porque hablaba de gente que ríe, que se abraza, que se besa y pero aquella palabra sigue, y mi duda crece más y más ¿Qué es aquello a lo que se refiere? ¿Qué es aquello que dice que significa amar?
Sigo leyendo y me doy cuenta que tengo hambre y sed, tal vez lleve demasiado tiempo ahí y decido tomar los libros que quepan en mis brazos y llevarlos a mi casa conmigo. Ya es de noche y es aun más peligroso ir y sería sospechoso llevar tantos libros así que los meto en una mochila y sigo caminando, directo a mi casa. Nada me pasa por suerte.
En mi casa leo más y más, mientras como, mientras tomo agua, no me duermo leyendo aquello, me envuelvo en las palabras que dicen esos libros. Entonces me quedo dormida.

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