Pokémon:La Maldición Oscura

Capítulo siete: Pueblo Boceto.

-¿A mi?Lo único malo que me pasa es tener que ver tu careto ahora.-dije,tratando de parecer que estaba feliz.

Pero la verdad era que no.No entendía nada.Esos sueños extraños que tenía desde siempre...Que el pobre Zoroak de Eco me hubiera salvado...Realmente nunca llegué a entablar una amistad sólida con aquel Pokémon...Entonces¿Por qué?...

Él negó con la cabeza.

-Te ocurre algo.La verdad es que me has sorprendido al decirle eso a tu amado Eco.-Comentó.

-¿Eso es todo lo que querías decir?Bien,debes estar mal de la cabeza,porque a mi no me pasa nada...-dije.

-¿Ah,no?¿Entonces para que le has dicho eso a ese idiota?-preguntó.

Yo bajé mi cabeza.Realmente se ha dado cuenta de que me pasa algo.

-Vaya...Parece que me has descubierto...¿No?-dije.-No entiendo nada,Rojo.No entiendo porque me dolía tanto la cabeza en las Ruinas Alfa.No entiendo ese sueño que he tenido.No sé porque Zoroak me ha salvado aún cuando nunca forjé una amistad con él.Tampoco me entra en la cabeza que haremos cuando encontremos a Xerneas,ya que no podemos comunicarnos con él para saber nada...Nada tiene sentido,Rojo.

-Puede que no lo tenga.O puede que sí.Eso es algo que ni tú ni yo podemos saber ahora.Sin embargo,lo de Xerneas...Te equivocas.Estoy seguro de que un Pokémon bondadoso como él nos dirá de una manera u otra lo que queremos saber,ya que es para fines benevolentes.-contesto Rojo.-Esto sólo acaba de comenzar,Aeren.

-¿Qué quieres decir?-pregunto.

-Yo...Tuve un encuentro con Mewtwo hace mucho tiempo...Él me prometió algo,a cambio de que yo hiciera otra cosa.-dijo Rojo.

-¿Qué te prometió?-pregunto.

-No puedo decírtelo.Sólo confesaré,histérica...-dijo,levantándose,para después salir de la tienda.-...Que amé mucho a una persona una vez...

Yo me quedé en silencio,no sabía cómo actuar en ese momento.

¿Rojo había amado a alguien?...

Con lo frío que es,nunca me lo había imaginado.

Entonces me di cuenta de que me ha vuelto a insultar...

-¡Que no soy una histérica!-grité.

Esa noche,no dormí prácticamente nada.Me quedé mirando el techo de tela de la tienda de campaña,mientras en mi mente no podía evitar pensar...Que quizá Rojo era el entrenador que provocó todo esto...Porque,claro,él nunca me ha enseñado sus Pokémon...Además,hizo una promesa con Mewtwo...Y también amó a alguien.Aunque no sé por qué pensaba en los sentimientos de Rojo,ya que no tenía nada que ver con el misterio...Sólo me dolía.Era como si se me hubiera clavado un trozo de hielo en el cuerpo.

"-¿Llegó a pactar con Mewtwo...Por amor?..." -pensé.

Finalmente me conseguí dormir,con esos pensamientos llenando mi cabeza...Y mi corazón.

A la mañana siguiente...

Haruka me despertó,zarandeándome,y,al abrir los ojos, ví nada más y nada menos que el cielo.

-¿Qué diantres?...-exclamé,al ver que estaba volando encima de un Charizard.

-¡Buenos días,Aeren-san!-gritó mi amiga.

Vi a Azul y Rojo detrás de nosotras,también montados en este magistral y fogoso Pokémon.

-Te habías quedado dormida,y no había forma de despertarte,así que te montamos aquí encima,y estamos rumbo a Kalos.-dijo Azul,con una media sonrisa.-Está claro que eres una holgazana.