Me desperté aturdida, me encontraba acostada en algo que suponía era una cama. La luz me hacía daño en los ojos y no podía ver bien donde me encontraba. Intenté levantarme pero mis brazos débiles no podían sostener mi peso, de pronto unas manos me sujetaron y me volvieron a colocar en la cama. Mis ojos comenzaron a acostumbrarse a la luz y vi a mi padre y a Scarlett a mi lado y a lo lejos, junto a la puerta, estaba Jack.
Scarlett al percatarse de que ya me encontraba despierta me preguntó:
- ¿Señorita, se encuentra bien?- estaba muy preocupada
- Solo necesita comer, en la mesita se encuentra el plato con la comida que le ha preparado Beatriz, la cocinera.- dijo Jack mirándome con una sosnrisa dulce pintada en los labios.
Scarlett cogió el plato y el tenedor e hizo ademán de darme de comer, pero yo se los quité, me sentía mejor y con las fuerzas suficientes como para comer por mi propia mano.
- No te preocupes Scarlett, puedo yo sola.- le dije dedicándole una mirada de agradecimiento.
- ¿Estás segura cariño?- me preguntó mi padre no muy convencido.
- ¡Claro que sí!- le dije con seguridad.
-Bueno... ¡Está bien! Pero poco a poco, vale.
-¡Vale!
- Si quiere yo puedo quedarme con ella para cuidarla.
- Si quieres, Jack, por mí quédate. Así Scarlett y yo damos un pequeño paseo, ¿quieres, Scarlett?
- Claro, Señor- la ilusión iluminó su mirada y una sonrisa tímida se decidió a salir entre sus labios.
- ¡Pues vamos!- dijo mi padre.
A él también se le veía muy contento. Se levantaron y en la puerta mi padre le hizo una reverencia y le dijo:
- Las damas primero- le dijo y le guiñó un ojo.
Jack y yo nos reimos, mi pader contagiado también se rió y Scarlett, ¡pobe de ella!, se sonrojó y dijo muy avergonzada:
- ¿Podemos irnos, por favor?
- ¡Claro!- le contestó mi padre.
En cuanto salieron por la puerta y sus pasos se dejaron de oir, Jack se acercó a mí, se sentó en mi cama, a mi lado, y me besó con dulzura en la frente. Cerré los ojos, solo para sentir mejor ese dulce besó tan lleno de ternura. Cuando apartó sus labios los abrí y le contenplé en silencio, estaba pensativo, mirándome. Decidí preguntarle.
- ¿En qué piensas?
- En ti, y en mí. En lo increible e irreal que es todo esto. En el poco sentio que puede llegar a tener.- me miró a los ojos y noté los suyos algo tristes- Yo, un simple campesino, y tú, una señorita de una clase muy superior a la mía, que apenas se conocen de hace tan solo dos días y ya están enamorados. Si me lo contasen no me lo creería, mas es lo que sucede entre nosotros, y es extraño, pero precioso- su mirada se dulcificó y me acarició la mejilla- Y tu padre sin saber nada de todo ello- dijo esto último con una sonrisa irónica.
- Lo aprobaría, lo sé. Y sé que esto es muy extraño, pero da igual, cosas más extrañas he leido en libros.
- En libros.- dijo como si eso explicase lo imposible de nuestra relación.
- Podrían ser historias reales. Además, yo creo en los amores imposibles- le dije con una sonrisa.
- Eres una soñadora compulsiva, ¿no?- dijo acercando poco a poco su rostro al mío.
- Puede ser- le dije en un susurro a escasos centímetros de sus labios.
- ¿Puede ser?- dijo con una sonrisa sobre mis labios.
Me besó mientras acariciaba mi rostro con ternura, y yo subí mis manos a su cabello donde mis dedos juguetearon con los rizos de su casi rubia cabellera.
Pero nuestro beso fue interrumpido por el grito ahogado de una persona que se encontraba paralizada en la puerta de mi alcoba.
-¡¿Qué?!- el grito provenía de una voz femenina.
-¡Calla! No grites, te lo puedo explicar.- le dije.
Entró y cerró la puerta.
- Margot Cost- me dijo en tono de reproche- que es esto, y como es que no me escribes sobre ello.
- Elizabeth, no seas maleducada.- le dije
- Oh... Perdón- dijo sonrojándose- Elizabeth Holston, mejor amiga de Margot. O eso creía- dijo lanzádome una de sus penetrantes miradas.
- ¡Déjate de tonterías! Apenas llevamos juntos unas horas y mi padre desconoce la situación; no es oficial del todo así que me gustaría que por ahora no se enterase nadie.
Una risita graciosa proveniente de los labios de Jack me sacó de la discusión con mi amiga y me recordó que él continuaba allí y que no le había presentado.
- Elizabeth, este es Jack.
- Más concretamente Jackson Blyton.- dijo con una sonrisa amable dedicada a mi amiga.
- Bueno,tampoco está mal, es muy galán y educado para ser...- Elizabeth se paró al darse cuenta de que podría haber ofendido a Jack.
- ¿Para ser qué? ¿Un campesino? Pues que sepas, querida, que hay campesinos más educados que ciertos nobles de alta alcurnia.- no me gustaba el hecho de que Jack fuese juzgado por su estatus social.- Además no tiene nada de malo que sea de baja alcurnia.
- No, Margot, no quería decir eso, de verdad.- su rostro reflejaba su arrepentimiento ante las palabras que había dicho.
Me enternecí, cómo me podía enfadar con ella si era mi mejor amiga desde que tenía memoria. Me acerqué a ella y le di un abrazo.
- No pasa nada, se que no querías causar ninguna molestia.
Mi amiga me sonrió dulcemente y dijo:
- Claro que no quería, boba. Pero si quiero escuchar la historia sobre este romance apasionado y ...
- ¡Elizabeth!- corte avergonzada a mi amiga.
- Creo que os dejaré solas un rato. Elizabeth procura que se coma toda la comida, vale.- dijo Jack mientras desaparecía por la puerta.
- Vale- le respondió ella, luego cogió el plato y el tenedor y me los tendió- Vamos, come rápido, quiero saberlo todo con lujo de detalles.
Miré hacia la puerta y suspiré, solo sería un momento, luego volvería.
- Vamos, Margot, no me hagas esperar más que me muero por saberlo todo.- me dijo en un tono insistente Elizabeth, a veces podía llegar a ser muy molesta y exasperante, sobre todo si había entre medias un cotilleo.
Con un suspiro desesperado comencé a comerme la comida, iba a ser complicado explicarle a Elizabeth lo que me había sucedido, pues era un asunto algo extraño y apenas lo comprendía yo, había sucedido muy rápido. Volví a suspira, sí, sería complicado, muy complicado.
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Recuerdos De Un Verano En Mambarrot.
RomanceMargot experimentará como su vida da un vuelco en un solo verano, como sentimientos antes desconocidos para ella florecen en el fondo de su corazón, e intentará mantener un amor imposible. Recuerdos de un verano en Mambarrot es la historia de una c...