Los días seguían pasando... sin darse cuenta al niño cada vez le afectaban mas las burlas... se empezaba a ver más gordo más feo cada vez más imperfecto... un día llegando al colegio en la esquina vio a 5 de sus compañeros en una ronda pegándole patadas a algo que parecía un perro tirado. El preocupado corrió a ver la situación. No era un perro era su compañero el que estaba en el piso.
Shockeado de ver eso el niño empieza a gritar que dejen de golpearlo que porque lo hacían... sin saber en lo que se estaba metiendo decidió intervenir con un miedoso golpe en la espalda a uno de los chicos.