Era el gran día. Hoy empezaba el colegio, hoy se decidía mi futuro en este lugar.
Los nervios afloraban en mi ser, me sentía extraña, sin saber que hacer.
Cuando entre en la amplia clase que el día anterior me enseñaron en la visita, sentí como todas las miradas se posaban en mi, o al menos, esa era la sensación que tenía.
La profesora como no puedo faltar soltó lo típico de: "Chicos, tenemos una nueva alumna, se llama Aisa y viene de Aytown. Espero que la tratéis bien"
Me quede extrañada, la miré dubitativa, levanté la mano y cuando la profesora me dio permiso, rompí el silencio: "Pues no se, pero yo me llamo Alisa"
Una banda sonora de pequeñas risitas penetraba el aula, y ahora si, todos me miraban, yo me limité a sonreír.
Tras la presentación, esa que todos los años es igual, todo salieron al pasillo a ponerse al día del estupendo verano que habían tenido.
Me sentí confundida estando allí. Yo no les conocía, nadie me hablaba y no tenía nada que hacer, así que, baje las 4 plantas, si, 4 pisos que voy a tener que subir y bajar durante un largo año, y me fui.Los primeros días fueron duros. No sabía con quién irme, a quien hablarle o que hacer. Encima un profesor le dijo a Sara que se ocupará de mi, que soy ¿un perro?
Aunque en el fondo creo que si. En menos de una semana probé con 3 grupos de personas diferentes, y ninguno se ajustaba a mi, o, yo no me ajustaba a ellos... No, ellos no se ajustaban a mi.
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Alone
Ficção AdolescenteDecían que empezar de cero venía bien. No sabían lo que decían. ¿Qué pasa...? Cuando lo intentas y sientes que te quedas sin nada y que lo único que tienes es a quién te hizo perderlo todo.