CAPÍTULO 3
Estábamos en el taxi, era como un monovolumen.
[A partir de ahora pensad que hablan en inglés, aun que yo lo escribiré en español, si cambiasen de idioma volvería a recordarlo y sino haceros a la idea de que cambian de idioma]
~Yanira~
-Hola, ¿Nos podrías llevar a esta dirección?- dije pasándole un trozo de papel.
-Claro, necesitáis ayuda con las maletas- dijo el conductor amablemente.
-No gracias, ahora las subimos nosotras- dije. Volví atrás del taxi y abrí el maletero metimos las maletas como pudimos y subimos al taxi, yo iba delante con él conductor y las chicas detrás.
-Vámonos- gritaron las chicas a la vez, y se comenzaron a reír.
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Durante el viaje no dijimos gran cosa, el taxista nos cortaba el rollo.
Llegamos, pague al taxista. Y sacamos las maletas.
-Gracias- dije entregándole el dinero.
Cogimos las maletas y salimos corriendo hacia la puerta. Las llaves estaban debajo del felpudo, me agaché y cogí las llaves. Las chicas no paraban de gritar.
-Bueno creo que es el momento de que ¡PAREIS YA DE CHILLARME!- dije. Las chicas se quedaron paralizadas. Pero después se reían sin parar, aproveche el momento para abrir la puerta. Cuando escucharon como la puerta se abría fui a entrar, me empujaron para fuera y entraron, me tropecé con la maleta y me caí al suelo.
-¡Nada tranquilas que estoy bien!- dije. Vi que un chico se acercaba a mi era muy guapo.
-¿Estás bien?- dijo entre con una sonrisa. Me quedé hipnotizada con sus perfectos ojos. Me tendió la mano para ayudarme a levantarme.
-Em… si… gracias-dije acepté su mano y me levanté. – Es que mis amigas son unas brutas, llevan así desde esta mañana- dije. Me reí. El también rió.
-Perdón, no me he presentado, soy Harry Styles- dijo.
-Yo soy Yanira, encantada- dije dándole dos besos.
-¿Os acabáis de mudar? – dijo Harry.
-Sí, es que este año empezaremos a estudiar aquí, ¿Vives por aquí?-
-Sí, vivo a unas tres calles de aquí, he salido a dar una vuelta, estaba aburrido- dijo.
-Está bien empezar a conocer a gente- dije, una risa se me escapó entre los labios.
-Si- dijo- Bueno, te dejo que tendrás cosas que hacer- dijo.
-Bueno… jeje- dije.
-Bueno, nos vemos- dijo.
-Cuando te aburras puedes venir, jeje. Seguro que alguna de nosotras estamos libres para quedar- dije.
-Es bueno saberlo- dijo terminando de salir del jardín, se despidió con al mano.
Cogí la maleta entré dentro y cerré la puerta.
-¡CHICAS!- chillé de emoción.
-¿¡Que!?- dijeron todas, de repente aparecieron todas.
-He conocido a un chico que vive cerca de aquí por haberme hecho carme al suelo- dije.
-¿Enserio?- dijo Celia sorprendida.
-Sí, pero si queréis que os siga contando, debéis dejarme elegir habitación- dije –Es más me lo debéis por tirarme al suelo- dije.
-Vale-dijo Ainara, las otras asintieron.